Alimento de la semana (El garbanzo)

El garbanzo es uno de los principales ingredientes de la gastronomía de Oriente y Medio Oriente y contiene muchos nutrientes, entre ellos fibras, proteínas y vitaminas. Esta legumbre se la puede conseguir en las tiendas o mercados en forma de granos enteros (crudos o cocidos) o bien como harina ya procesada. Conoce algunas propiedades de los garbanzos, un elementos que se puede utilizar para decenas de platos diferentes. 

Una porción de 100 gramos de garbanzos cocidos sin sal nos aporta hidratos de carbono (creadores de energía), fibra dietética (buena para la salud cardíaca y digestiva), proteínas y grasas, pero además, los garbanzos ofrecen en su composición vitamina A, B6, C, E y K, calcio, fósforo, potasio, zinc, magnesio, hierro y sodio.


Gran fuente de proteínas

Este es posiblemente uno de los beneficios de los garbanzos más conocidos.

Su alto contenido de proteína lo hace ideal para las personas que son vegetarianas y quieren asegurarse de tener los nutrientes necesarios para su organismo a partir de una fuente vegetal.

Sin embargo, las proteínas de los garbanzos no son “completas”. Esto significa que no debe ser la única fuente de proteínas que elijas.

Aún así, no dejan de ser una fuente óptima para el crecimiento y desarrollo, así como la correcta cicatrización de las heridas.

Ayuda mejorar las enfermedades crónicas

Otro de los beneficios de los garbanzos derivan de su contenido de antioxidantes. Estos incluyen: Polifenoles, Fitonutrientes, Beta-caroteno y Vitaminas (A, del complejo B, C, D, E y K),

Todos estos ayudan a reducir el estrés oxidativo de tu cuerpo y prevenir que sufras de enfermedades crónicas producidas por los radicales libres, los cuales hacen que tus células sanas comiencen a mutar.

Disminuyen los problemas digestivos

La digestión podría considerarse como el punto de partida para la salud de tu cuerpo. Por este motivo, asegurarte que esté funcionando correctamente podría ser la clave que estás buscando.

Gracias a sus altos niveles de fibra, los beneficios de los garbanzos para tu digestión son: Te permite mantener tus evacuaciones regulares, reduce la inflamación, elimina los calambres, reduce la distensión abdominal y el estreñimiento y por último ayuda a que tu cuerpo absorba todos los nutrientes necesarios de la comida.

Controla la diabetes

Otro de los beneficios de los garbanzos es su capacidad para regular el azúcar en la sangre. Esto es algo importante para todos, no solamente para las personas que sufren de diabetes.

Si aún no tienes diabetes, los garbanzos controlan los niveles de insulina en la sangre. Esto es particularmente bueno si te han diagnosticado de manera reciente el síndrome metabólico o prediabetes.

Si ya tienes diabetes, los garbanzos te permiten mantenerla bajo control. Lo mejor de todo es que gracias a su textura podemos consumirlo como sustituto de otros alimentos mucho más altos en calorías.

Control de peso

Gracias a la alta densidad de nutrientes de los garbanzos, combinados con su contenido de fibra dietética y su bajo aporte de calorías, pueden ayudarte a perder peso.

La fibra ayuda a que tu cuerpo se sienta satisfecho durante más tiempo. Por otro lado, la mezcla de nutrientes y minerales mantiene tu cuerpo con energía, activo y previene la fatiga.

 

Protege a tu corazón

En primer lugar, sus altos niveles de fibra soluble permiten la eliminación del colesterol y aporta un nuevo equilibrio. Esto te ayuda en la prevención de la arteriosclerosis, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Por otro lado, las únicas grasas que tienen los garbanzos son los ácidos grasos omega 3. Como ya sabrás, son grasas poliinsaturadas beneficiosas que tu cuerpo necesita para proteger tu corazón y ayudar a reducir cualquier inflamación que puedas presentar.

AQUÍ OS DEJAMOS LA RECETA PARA HACER «HUMMUS»

El hummus es uno de los alimentos más antiguos y se remontan al antiguo Egipto. Sabemos que los garbanzos se utilizan con bastante frecuencia desde hace más de 7.000 años.

Cómo hacer hummus paso a paso

 

¿Qué necesitamos?

  • 400 gramos de garbanzos cocidos
  • Aceite de oliva virgen
  • Pimentón
  • Comino molido
  • 1 diente de ajo pequeño
  • 1/2 limón
  • 1/2 vaso de agua
  • Sal al gusto
  • Tahini

¿Cómo lo hacemos?

Esta es la receta más sencilla y rápida de la historia. Introduce en un bol amplio los garbanzos (pueden ser garbanzos cocidos de bote o, si lo preferimos cocerlos nosotros en casa), un pellizco de comino molido, el diente de ajo, el zumo de medio limón, un poquito de aceite de oliva virgen, sal, un par de cucharadas de tahini y la mitad de un vaso de agua aproximadamente.
Comienza a triturar e incorpora más agua si se queda demasiado pastosohasta conseguir la textura deseada. Debe quedar lo suficientemente espeso como para poder untarlo pero no tan líquido que gotee. Ponlo en un cuenco y decóralo con pimentón dulce y un chorrito de aceite de oliva.

 

¡Y listo!