¡Mito y Realidad! #21 ( El acné)

El acné es una enfermedad que afecta las glándulas sebáceas. Los pequeños hoyos en la piel se llaman poros y se conectan a las glándulas sebáceas por debajo de la piel. Estas glándulas producen una sustancia grasosa llamada sebo.

El acné es una enfermedad que afecta las glándulas sebáceas. Los pequeños hoyos en la piel se llaman poros y se conectan a las glándulas sebáceas por debajo de la piel. Estas glándulas producen una sustancia grasosa llamada sebo. Los poros se conectan a estas glándulas a través de un canal que se llama foliculo y, dentro de los foliculos, el sebo transporta las células de piel muerta a la superficie de la piel. Un vello delgado también crece por debajo de la piel y pasa a través del folículo para llegar a la superficie. Cuando se tapa un folículo, se crea un grano o espinilla.

El mito:Cuanto más te laves la cara, menos acné tendrás.

La realidad: Aunque lavarte la cara ayuda a remover las impurezas como el polvo y el aceite de tus poros, lavarte la cara en exceso puede resultar en sequedad e irritación, ocasionándote más brotes de acné. Es conveniente que evites frotar la piel de tu rostro ya que esto también puede irritar tu piel. Como regla general, lávate la cara dos veces al día con agua y un jabón suave ejerciendo un movimiento circular, y sécala ligeramente una vez que termines.

El mito: La comida grasa provoca granos.

La realidad: La comida grasa como los fritos o el chocolate no provoca acné, es decir, no es la responsable de su aparición, sin embargo, una dieta con un alto contenido en grasas puede provocar que empeore el que ya tienes.

El mito: Extraer un granito de acné hará que desaparezca.

La realidad: Extraer el acné  puede dar la apariencia de que ha desaparecido temporalmente, sin embargo, extraerlo puede hacer que permanezca por más tiempo. Cuando aprietas y extraes los granitos de acné, puedes estar presionando aún más profundamente a las bacterias dentro de la piel, ocasionando hinchazón e irritación, y en ocasiones causando la formación de cicatrices. Algunas veces estas marcas pueden tardar meses en desaparecer, y las cicatrices verdaderas (cuando realmente has presionado profundamente sobre la piel) son permanentes.

El mito: El maquillaje causa acné.

La realidad: Falso. El maquillaje por sí solo no causa acné, no obstante si no limpias bien la piel después de utilizarlo y quedan restos, éstos se acumularán en los poros, provocando que se obstruyan y por lo tanto, aparecerá acné.

El mito: El sol seca los granos.

La realidad: Existe la creencia popular de que el sol ayuda a eliminar el acné porque seca la piel y por lo tanto, los granos. Esto es totalmente falso. En realidad, por lo general, los rayos del sol nunca han sido buenos para la piel y mucho menos para el acné. Por otro lado, el sol está contraindicado cuando se está tomando algunos tipos de medicamentos. Es posible que si consigues una piel bronceada puedas llegar a disimular los granos pero te estarás arriesgando a que te aparezcan manchas en la piel. Además, si tienes heridas, tendrás más posibilidades de que la cicatriz sea para siempre.

El mito: El estrés te llena de granos.

La realidad: Ni el peor de los picos de estrés te puede provocar la aparición de acné si hasta el momento no lo has tenido. Según un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, los malos hábitos que se adoptan en épocas de estrés agravan el acné, como hacer desarreglos con la alimentación, tocarse la cara con frecuencia y descuidar la limpieza de la piel.

El mito: El acné es cosa de adolescentes.

La realidad: El acné también puede aparecer en la edad adulta, ya sea por temas hormonales u otras situaciones. Es común en las mujeres padecer acné durante la menopausia, la regla o el embarazo.