¡Mito y realidad! #31 (Celebraciones del mes de Diciembre)

El mes de diciembre y la primera semana de enero es un periodo complicada tanto para dieta como para remordimientos. Pero aveces esto nos hace hacer cosas que no tendríamos que hacer, como ayunar durante un día para compensar los excesos o otros mitos que la cultura popular cree que son eficaces pero que quizás no lo son o no lo son tanto.

Con todo un mes de celebraciones (sin contar las cenas de empresa o las reuniones con los amigos de toda la vida). El mes de diciembre y la primera semana de enero es un periodo complicada tanto para dieta como para los remordimientos. Pero aveces esto nos hace hacer cosas que no tendríamos que hacer, como ayunar durante un día para compensar los excesos o otros mitos que la cultura popular cree que son eficaces pero que quizás no lo son o no lo son tanto.

Por esta razón hoy nos proponemos desmontar algunos de los mitos más famosos que rodean a las celebraciones culinarias de navidad entre otras.
 
Ayer, me pase comiendo. Para compensar, hoy no como.

La perspectiva de una cena de tres platos, precedida por decenas de aperitivos y culminada con varios postres, copa, café y puro, lleva a algunas personas a saltarse la comida anterior o la posterior. Casi siempre el objetivo de este ayuno es evitar una ganancia de peso, pero los expertos lo tienen claro: no sólo no sirve para no engordar, sino que es contraproducente. “Está científicamente demostrado que saltarse alguna de las comidas principales se asocia con una mayor tendencia a engordar”. La clave está en las hormonas. El organismo es ahorrador por naturaleza e interpreta que, si no obtiene comida en bastantes horas, la próxima vez que ingiera alimento deberá guardar las calorías por si acaso vuelve a tener carencias.

Que pinta tiene esa carne. Bueno voy a comérmela, total, sólo será hoy.

Dejarse llevar por la gula pensando que el de esa comida o esa cena será el único exceso es ingenuo y engañoso. Hay que ser honesto y contar con todas las celebraciones que se plantean en el calendario. Lo que hay que hacer es intentar distribuir los excesos y ponerse metas que sabes que puedes cumplir.
Puede ayudarte elegir unos cuantos aperitivos y colocarlos en el plato, no picotear en la sobremesa o utilizar un plato de postre para servirse.
 
Con un protector estomacal antes del atracón tengo de sobras.

En muchas familias, el Omeprazol corre como el vino entre los comensales, pero los especialistas advierten de que este fármaco “no es inocuo” y “no debe tomarse sin prescripción médica”. Está indicado “en un grupo específico de pacientes, como los que tienen una úlcera de estómago, o siguen una determinada medicación y durante un tiempo pautado. Fuera de esos casos no debería utilizarse”.

Hoy no sigo la medicación. Un día es un día.

Ante la cantidad de comida y bebida que se presenta en una celebración, algunos enfermos deciden no tomar sus pastillas. Esta decisión “es un grave error”, especialmente en el caso de los cardiópatas. “No se puede dejar de tomar la medicación por nada”. Y menos aún en unas fechas en las que “la comida suele contener más sal y grasas y se bebe más líquido”. La combinación de exceso y falta de medicación puede provocar, sobre todo en la gente mayor, una descompensación de una insuficiencia cardiaca controlada o incluso problemas cardiovasculares más graves y que no dan la cara hasta más tarde.

Con todo lo que he comido, el alcohol lo tolero mucho más.

Aunque no es lo mismo ingerir alcohol con el estómago vacío que con él lleno, la comida no tiene la capacidad de hacer desaparecer la bebida. “Un litro de alcohol sigue siendo un litro de alcohol independientemente de que hayas comido cuatro platos”. Cuidado estas navidades con la bebida.