La dieta de la semana: Invierno

En esta época las necesidades energéticas de nuestro organismo cambian. Nuestro cuerpo necesita mayor aporte calórico como método para conservar energía y afrontar las bajas temperaturas.

¿QUÉ CAMBIA EN LA DIETA DE INVIERNO?

En esta época las necesidades energéticas de nuestro organismo cambian. Nuestro cuerpo necesita mayor aporte calórico como método para conservar energía y afrontar las bajas temperaturas.

La naturaleza, nos proporciona alimentos de temporada que aportan propiedades que nos ayudan
a afrontar los meses de invierno y combatir los catarros y constipados tan propios de estas fechas.

Por eso es necesario fortalecer el sistema inmunológico con alimentos y cocciones que proporcionen un efecto calor a diferencia de los de verano que refrescan.

Los alimentos que destacan en esta época son los cereales, legumbres, arroz y patatas, que nos
proporcionan energía de forma prolongada y las frutas y verduras ricas en vitaminas y minerales que nos ayudan a protegernos de afecciones típicas del invierno.

Por otro lado, otro factor importante que cambia en invierno a parte de la alimentación, es la disposición a realizar actividad física de forma constante (ya sea por el frío o por las pocas horas de luz solar). Seguir con la rutina de ejercicio nos ayudará a mantenernos activos, mantener las defensas activas y mantener el peso.

CAMBIOS EN LA ALIMENTACIÓN EN ÉPOCAS DE FRÍO

Mayor consumo calórico:

Cuando estamos expuestos a épocas de frío, el cuerpo tiene que trabajar más para mantener la temperatura corporal frente a las bajas temperaturas externas. Como consecuencia el metabolismo se acelera y requiere mayor demanda de calorías.

Debemos seleccionar bien los alimentos que vayamos a consumir y la forma en que los vamos a cocinar para evitar un posible aumento de peso no deseado.

Falta de hidratación:

Es normal que las bajas temperaturas disminuyan la sensación de sed, pero no debemos olvidar
hidratarnos, el agua es esencial para que el organismo funcione correctamente. Otras formas de hidratarse es bebiendo infusiones o tés, sopas, cremas…

Déficit de vitaminas:

No hay que olvidar consumir frutas y verduras cada día, estas nos aportan vitaminas necesarias que nos ayudan a aumentar las defensas y protegernos de posibles agentes externos. También es útil tomar suplementos a base de jalea real o propóleos, que nos ayuden a cubrir estas necesidades vitamínicas y de minerales.

Si quieres seguir unas pautas para llevar una dieta saludable para el Invierno, entra en nuestra página web y descárgate la Dieta de la semana: Invierno.