¿Por qué es importante no dejar de tomar fruta en invierno?

El invierno es una época en la que normalmente comemos menos frutas y verduras, ya que debido al frío, privilegiamos las comidas calientes. Sin embargo, los vegetales y las frutas son igualmente necesarios en invierno, ya que nos ayudarán a mantenernos sanos y en un peso saludable.

El invierno es una época en la que normalmente comemos menos frutas y verduras, ya que debido al frío, privilegiamos las comidas calientes. Sin embargo, los vegetales y las frutas son igualmente necesarios en invierno, ya que nos ayudarán a mantenernos sanos y en un peso saludable.

¿Cuántas piezas de fruta debemos tomar al día?

La Organización Mundial de la Salud recomienda tomar 5 piezas de fruta y verdura al día, pero todo depende de la constitución, las necesidades y el tipo de dieta de cada persona. Sin embargo, para personas que consumen mucha proteína (especialmente proteínas animales) sí que resulta interesante comer mucha fruta en tanto que les ayudará a equilibrar y alcalinizar su organismo; mientras que en personas con dietas limpias, basada en verduras y cereales integrales, la fruta no resulta tan necesaria y puede acabar debilitando.

Frutas de temporada y de proximidad

Si queremos tomar fruta, resulta mucho más interesante optar por frutas locales y de temporada. La naturaleza es sabia y nos da lo que necesitamos allí donde estemos. Tomar piña en un país tropical tiene lógica, ya que además de refrescarnos, el exceso de potasio de la piña va a ser eliminado con facilidad en un país caluroso. Sin embargo, consumir esta fruta en un país frío en pleno invierno carece de sentido. El consumo de frutas tropicales en invierno favorece la pérdida de calor de nuestro cuerpo.

¿Qué frutas se recomiendan en invierno?

En invierno es cuando menos fruta de temporada disponemos y suelen reducirse a manzanas, peras, plátanos y cítricos, y estos últimos no son especialmente recomendables porque son demasiado ácidos para la mayoría de organismos. Hoy en día es común encontrar frutas provinientes de otras zonas del mundo como la piña, la papaya o la chirimoya, pero resulta mucho más sano limitarse a las frutas orgánicas de origen local.

Aumentar el consumo de verduras

Si queremos reducir el consumo de frutas en invierno, cuando prácticamente no hay fruta de estación, podemos aumentar el consumo de verduras. Las verduras son una fuente muy rica de vitaminas y minerales, y habitualmente encontramos una cantidad mucho mayor de estos nutrientes en las verduras que en las frutas. Por ejemplo: el brócoli, la col o el perejil tienen mayor cantidad de vitamina C que la naranja. La mayoría de las fuentes de vitamina B se encuentran en cereales, legumbres y verduras verdes, no en frutas, y lo mismo ocurre con la vitamina A o la E.