Los errores más comunes y las razones por las que fracasa la puesta a punto para verano

El calor está llegando y la puesta a punto de verano ya está aquí y mucha gente no está preparada. Errores comunes, ideas preconcebidas o la ansiedad por perder mucho peso en poco tiempo son algunos de los factores que tiran por tierra todo plan de adelgazamiento.

Contar calorías, no aumentar el ejercicio físico o limitar la ingesta de ciertos alimentos suelen ser las razones por las que fracasan la mayoría de ‘Operaciones Bikini’. Pero hay muchas más.

Saltarse comidas

Saltarse una comida no sólo no adelgaza, sino que además puede perjudicar a la salud y retener un efecto rebote: al saltarse una comida, nuestros niveles de glucosa se desestabilizan y pueden ocasionar que comamos mucho más la próxima vez.

Lo recomendable es comer pequeñas cantidades de comida a lo largo del día para mantener el metabolismo activo y quemar así más calorías.

Comer sólo ensaladas y frutas

Muchísima gente cree que por comer ensaladas y frutas adelgaza, pero no es así y menos aún si rociamos la ensalada con litros de aceite de oliva. Comer un plato único de hidratos no es buena idea, ya que al poco tiempo nos entrará un hambre canino. Lo ideal es que en cada plato estén incluidas las proteínas (carnes, pescados o huevos), así regularemos nuestra sensación de saciedad y ansiedad.

Solo un alimento

Alimentarse solo de un tipo de alimentos no es buena idea. Lo mejor es que optes por una dieta saludable que cubra todos tus niveles de hidratos, proteínas y lípidos. Con el tiempo, lo agradecerás.

No hacer ejercicio 

Si adelgazas es porque consumes menos de lo que gastas. Ahora con el buen tiempo no hay excusas: paseos en bicicleta, salir a correr o ir a nadar a la piscina más cercana pueden ser buenos planes. Además, recuerda que al aumentar el ejercicio activas tu metabolismo.

Hincharse a productos “light”

Sí, engordan menos que los normales, pero no por ello tienes que acabar con toda la despensa de tu casa. Yogures, bebidas o embutidos 0% están genial para la dieta, pero con control.

Dile “Si” al agua

No solo no engorda sino que hará que te sientas más lleno antes y comerás menos. Además, muchas veces confundimos la sensación de deshidratación con la de hambre.

Ser poco constante

Hacer dieta una semana, dejarla dos o “hoy día libre porque tengo fiesta” suelen ser el pan de cada día de los inconstantes. No decaigas, que en breve llegarás a tu meta.

La impaciencia

Las grandes cosas no son fáciles. Tómatelo con paciencia y lograrás tu objetivo. No tires la toalla antes de tiempo. Recuerda que la grasa localizada es la que más tiempo tarda en irse.