El ayuno intermitente, ¿qué es?

El ayuno intermitente está en boca de todos, especialmente después que muchas celebrities lo hayan practicado como un método de adelgazamiento, pero ¿sabes realmente en qué consiste? Si te preguntas de qué se trata o te estás planteando realizarlo, sigue leyendo, ¡te resolvemos algunas de las dudas más frecuentes!

El ayuno intermitente no es algo nuevo. En la antigüedad, cuando el hombre no tenía un acceso fácil al consumo de alimentos o estos escaseaban, ya era frecuente pasar horas sin alimentarse, o lo que sería lo mismo, ayunando.

Ayunar consiste en aplazar la ingesta de alimentos, ya sea por motivos de salud, morales, religiosos o cualquier otra razón. Actualmente la forma de ayuno de las que más se oye hablar es el ayuno intermitente.

¿En qué consiste el ayuno intermitente?

Esta dieta se basa justamente en lo que su propio nombre indica: ayunar durante un determinado periodo de horas. Durante este tiempo se produce un cambio de sustrato como fuente de energía debido a que el organismo, al no tener glucosa procedente de los alimentos como fuente de energía, acude a las reservas de glucosa y triglicéridos. Con ello se logra obtener un déficit calórico y sus beneficios pueden evidenciarse a partir de las primeras 12 horas de ayuno.

¿Qué tipos de ayuno intermitente existen?

El ayuno intermitente no se centra en una única opción, sino que cada persona puede adaptarlo a su estilo de vida, con el objetivo de dar un descanso al sistema digestivo. Lo importante es elegir siempre alimentos nutritivos y saludables para que el organismo funcione al 100%.

Las prácticas más habituales son:

  • 12:12  

Consiste en la ingesta de alimentos a lo largo de una franja horaria determinada, en este caso 12 horas, y ayunar las otras 12 horas restante. Es un método más sencillo y principalmente sería cenar un poco antes o desayunar un poco más tarde, para lograr dejar esas 12 horas de descanso entre medio.

  • 16:8  

Esta forma de ayuno consiste en ayunar durante 16 horas y comer durante una franja de 8 horas. Normalmente comprende las horas que se duerme, por lo que no implica estar 16 horas completas haciendo ayuno.

Una forma de ponerlo en práctica es saltándose una de las comidas del día, generalmente el desayuno o la cena, si bien es preferible que sea esta última, ya que por la noche el proceso digestivo es más lento y menos eficiente.

  • 24 h

Se trata de un ayuno completo, de todo un día. Este tipo suele ponerse en práctica por personas que están acostumbradas a aplicar ayunos en su vida de forma habitual.

También existen otros tipos de ayuno, como el 14:10 (14 horas de ayuno y alimentarse en una venta de 10) o el ayuno en días alternos. Lo importante es encontrar la mejor fórmula que se adapte a cada estilo de vida y, en cualquier caso, consultar siempre con un profesional antes de hacerlos. Asimismo, puede realizarse diariamente, de forma semanal o puntualmente al mes.

¿Qué beneficios tiene el ayuno intermitente?

Aunque esta práctica pueda tener efectos positivos para el organismo, es importante valorar con un nutricionista cada situación personal para evaluar si puede tener contraindicaciones, especialmente en aquellas personas que padecen determinadas patologías o se encuentran en riesgo de desnutrición.

Entre los beneficios que se le atribuyen destacan:

  • Ayuda a perder grasa
  • Mejora la sensibilidad a la insulina
  • Regula la tensión arterial
  • Mejora la flexibilidad metabólica
  • Contribuye a regular el apetito y los mecanismos de saciedad
  • Reduce la inflamación
  • Estimula la autofagia inducida por el ayuno, un mecanismo de reciclado por el cual las células utilizan componentes de reserva celulares para la obtención de energía.

Además de estos, para para muchas personas implica una especie de liberación mental, ya que esta dieta les permite dejar de preocuparse por qué deben comer a cada hora.

Posibles efectos adversos

Como decíamos anteriormente, hay personas en las que esta práctica estaría desaconsejada. Sería el caso de niños, adolescentes, ancianos, embarazadas o lactantes, entre otros.

Por otro lado, es importante tener en cuenta que el ayuno intermitente puede acarrear algunos problemas, como dolor de cabeza, debilidad, mareos, dificultad para concentrarse o sufrir carencias nutricionales, especialmente de vitaminas y minerales. Además, para ciertas personas ayunar puede tener un efecto contrario, ya que al pasar muchas horas sin comer pueden luego tener más hambre, lo que supondría ingerir más más cantidad y más alimentos no saludables.

El ayuno no sustituye un estilo de vida saludable, aunque sí puede complementarlo. Para conseguir un mantenimiento del peso adecuado, es fundamental seguir una alimentación rica en nutrientes y una vida activa, siendo siempre imprescindible consultarlo con un profesional.