10 consejos para mantener la dieta en Navidad

Las comidas de Navidad de este año van a ser diferentes, esto es un hecho. Sin cenas de empresa o de amigo invisible ni citas culinarias con toda la familia al completo, las sobremesas y las comidas maratonianas se van a ver reducidas.

Sin embargo, no nos engañemos. Aunque vayamos a celebrarlas en petit comité y grupos muy pequeños, ¡los aperitivos, los turrones y los mantecados seguirán estando sobre la mesa! Ante esta realidad, es inevitable que los hábitos alimentarios se vean alterados y con ello la dieta que normalmente seguimos.

Aunque te acojas a que “un día es un día” y te convenzas de que estas Navidades mereces darte los caprichos que más te apetezcan, es importante controlar qué y cuánto comemos para que los excesos no pasen factura en enero y la báscula no tiemble. Para ello compartimos 10 consejos que los nutricionistas de Herbora han preparado para poner en práctica estos días.

1. Come con moderación

Es la regla número 1.  Sabemos que a veces es complicado resistirse porque los platos suelen ser muy seductores, pero siendo prudente y moderando las cantidades, se puede comer de todo.


2. No descuides el ejercicio físico

No dejes que te pueda la pereza. Mantén tu rutina deportiva y, si puedes, ¡poténcialas un poco más! Seguro que, antes o después de las comidas, puedes encontrar el momento. Por ejemplo, yendo a caminar o cambiando los juegos de mesa por otros más activos como los videojuegos que implican baile, coreografías o movimiento. Recuerda que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 30 minutos diarios de actividad física moderada.


3. Depura los excesos

Durante el resto de días, introduce en tu dieta alimentos depurativos para eliminar los excesos acumulados o prevenir los que están por venir. Por otro lado, recuerda seleccionar bien los caprichos dulces estos días y consumirlos con moderación los días especiales. Si quieres, puedes tomar complementos naturales que te ayuden a reforzar esta depuración en los días puntuales.


4. Consume alimentos ricos en fibra

Los alimentos con fibra, como verduras, frutas o pan integral, por ejemplo, son una buena opción para saciarte y, además, ayudarte a regular el tránsito intestinal que estos días se puede ver alterado por tantas comidas.

Las infusiones a base de plantas específicas, como menta poleo, hinojo o manzanilla, ayudarán a reducir la sensación de hinchazón ocasionadas por las comidas copiosas ricas en grasas de las que abusamos más estos días sintiéndonos más pesados.


5. Controla el hambre

Evita ir a las comidas con el estómago vacío. Tomar un par de piezas de fruta, una infusión o simplemente un gran vaso de agua, te ayudará a que llegues con menos hambre y, en consecuencia, puedas controlar mejor lo que comerás después.


6. Utiliza siempre un plato

Esta es una buena fórmula para controlar exactamente qué comemos, sobre todo en el momento de los aperitivos. Pon en el plato la cantidad que vayas a comer y evitarás hacerlo más de la cuenta. El efecto visual de ver toda esa comida en un plato pequeño producirá un efecto de saciedad


7. Come despacio

Otro hábito muy fácil de poner en práctica es comer lento y masticando bien los alimentos. Además de disfrutar mucho más de las comidas, ayudará a que te sacies mucho antes. Comer despacio es, además, recomendable para que las digestiones sean más ligeras. Para ello, encontramos complementos naturales que pueden contribuir a que podamos disfrutar las sobremesas sin que las digestiones nos jueguen una mala pasada. Es el caso de Digestic, de la gama Bon Digest, una solución natural con 7 ingredientes para llevarlo encima y tomarlo en cualquier momento sin necesidad de agua, con un efecto caramelo de piña.


8. No te saltes ninguna comida

Aunque muchos crean que después de un atracón lo mejor es saltarse alguna comida, no están en lo cierto. A veces ocurre el efecto contrario: al privarse de una comida se puede llegar con más hambre a la siguiente; es preferible comer algo ligero.


9. Cero alcohol

Evita acompañar toda la comida con bebidas alcohólicas y, en todo caso, resérvalas para los brindis o momentos puntuales. El alcohol está lleno de calorías vacías y no aporta ningún nutriente. En su defecto, puedes optar directamente por beber agua, por ejemplo, aromatizándolas con frutas que además de hidratarte te ayudará a eliminar toxinas, o refrescos sin azúcar.


10. Complementa la dieta

Los complementos alimenticios específicos son una buena opción natural para mantener a raya la dieta, un ejemplo, la gama Herbopuntia. Está formulada a base de opuntia, un ingrediente que posee un gran poder como secuestrador de grasas, disminuyendo la biodisponibilidad de las mismas y eliminándolas de forma natural.

También los productos de la gama Newme Depur, compuestos de cuatro líneas creadas a partir de productos diuréticos, hepáticos y depurativos elaborados con ingredientes seleccionados, como alcachofa, diente de León, cola de caballo o cardo mariano.