Cómo deshincharse y evitar la retención de líquidos

¿Notas un aumento paulatino de peso sin motivo aparente? ¿Tus piernas y tobillos se muestran más hinchados? ¿Orinas con menos frecuencia? ¿La ropa, zapatos o anillos te aprietan más de la cuenta? Si es tu caso, es posible que tu cuerpo esté reteniendo líquidos. Sigue leyendo, te contamos qué puedes hacer para combatirlo.


¿Por qué ocurre?

Nuestro cuerpo está formado por casi dos tercios de agua. Concretamente, esta representa el 75% de nuestro cerebro y forma parte del 22% de los huesos, del 75% de los músculos y más del 90% de la sangre.

La hidropesía o edema, lo que comúnmente se conoce como retención de líquidos, ocurre cuando el balance del agua que sale de las células o del sistema circulatorio es mayor que el que retorna. Esto hace que se acumule en el espacio intersticial (el espacio que hay entre las células) produciéndose, por tanto, ese aumento de volumen. Afecta principalmente a las mujeres embarazadas, personas con sobrepeso o sedentarias y es más frecuente en pies, tobillos y piernas, aunque también puede manifestarse en párpados, cara, manos o vientre.



5 hábitos para deshacerte del exceso de líquidos

Los cambios hormonales, algunas enfermedades, determinados medicamentos o la propia genética pueden ser algunas de las causas que provoquen la acumulación de líquidos. Sin embargo, hay algunos factores que influyen en su aparición y que está en nuestras manos modificarlos. El tabaco y el alcohol, abusar de los carbohidratos y el azúcar, permanecer de pie o sentado durante mucho tiempo o las temperaturas elevadas son algunos de ellos.

Como decimos, si ponemos de nuestra parte, podemos favorecer que nuestro organismo se deshaga del exceso de líquidos. Compartimos 5 consejos que puedes incluir fácilmente en tu día a día.

1. Incluye en la dieta alimentos diuréticos

Una vez más, la dieta juega un papel clave en el estado de nuestro organismo. Si nos encontramos con un exceso de líquido en el cuerpo es fundamental incluir en la dieta alimentos con propiedades diuréticas, que nos ayuden a regular y mantener un equilibrio hídrico. Algunos de estos son:

  • La sandía: una fruta alcalinizante, desintoxicante, mineralizante y rica en aminoácidos, los cuales ayudan a la buena salud de las venas. Permite que estas se ensanchen y de ese modo fluyan mejor los líquidos.
  • La piña: aporta agua y fibra y facilita también las digestiones, a la vez que ayuda a eliminar el agua que le sobra al cuerpo.
  • La uva roja: rica en taninos y antioxidantes, mejora el sistema linfático, siendo útil para evitar la retención de líquidos.
  • La pera: tiene una acción estimulante de la formación de orina, siendo diurética y buena para las personas hipertensas. También ayuda a la eliminación del ácido úrico a través de la orina.
  • Los arándanos: alivian la retención de líquidos y previenen infecciones urinarias como la cistitis. Los frutos rojos en general poseen unos pigmentos que mejoran la microcirculación periférica y, además, acidifican la orina.
  • Los espárragos: este tallo es rico en asparagina, un aminoácido que le otorga su gran efecto diurético. Además, son beneficiosos para limpiar el tracto renal.
  • La alcachofa: sus hojas contienen flavonoides con un claro efecto diurético. Otro de sus componentes es la cinarina, que disminuye el colesterol malo y protege al hígado.
  • El pepino: buen estimulador a la hora de eliminar aquellos líquidos acumulados, también elimina toxinas y grasas, por lo que se trata de un alimento ideal para el control de peso y la pérdida de este.
  • Apio: gran alimento diurético con poder saciante que, además, es muy bajo en calorías.
  • Limón: ayuda a limpiar el tracto urinario a la vez que actúa como un gran aliado para limpiar las toxinas.


2. Bebe mucha agua

Hay quien piensa que beber agua va a empeorar el problema de retención de líquidos, pero lo que ocurre es todo lo contrario. Una de las causas de la retención de líquidos es precisamente no beber suficiente agua, ya que esto hace que se produzcan determinadas reacciones que impiden la eliminación de líquido del cuerpo.

Bebiendo 2 litros de agua al día ayudaremos a renovar nuestra reserva de líquido corporal y evitaremos las señales de deshidratación que activan los mecanismos de retención de agua no deseados. Además, ayudaremos a mejorar el flujo linfático ya que este se vuelve más limpio y tiene mayor capacidad para drenar y depurar.

Si te cuesta beber esta cantidad diaria, puedes recurrir a consumir caldos, infusiones o zumos de fruta natural.

3. Muévete y pon las piernas en alto

A veces es inevitable pasar mucho tiempo de pie o todo lo contrario, sentado. Lo más recomendado para favorecer la eliminación de líquidos es realizar actividad física aeróbica, alrededor de 3 o 4 veces por semana. Con ello el sistema linfático (el encargado de eliminar el líquido retenido) unido al sistema cardiovascular (que aumenta la frecuencia cardiaca) aceleran el proceso de eliminación de líquidos.

Si te falta tiempo en tu día a día para practicar una actividad física, un ejercicio muy fácil que puedes hacer, por ejemplo, cuando descansas en el sofá, es mantener las piernas en alto, a unos 60 y 90º y durante unos 20 minutos. Con la acción de la gravedad facilitaremos el retorno venoso y proporcionaremos un descanso al músculo cardiaco.



4. Evita el exceso de sal

El sodio es un mineral fundamental para nuestro organismo y es clave en una dieta equilibrada. Sin embargo, un abuso de sal puede atraer agua que no podemos eliminar fácilmente. Es importante evitar alimentos que contengan una gran cantidad de sal añadida, como por ejemplo, embutidos, conservas, latas, quesos, ahumados, las bolsas de patatas o frutos secos salados.


5. Benefíciate de las propiedades de algunas plantas

Una forma sana y natural de favorecer la desaparición de este exceso de líquidos es simplemente aprovechando las propiedades drenantes de determinadas plantas, como por ejemplo, la cola de caballo, el té verde y el castaño de Indias.

  • Cola de caballo

Es, quizás, una de las plantas medicinales más comunes a la hora de tratar problemas de retención de líquidos, y es que gracias a sus propiedades y alto contenido en equisetonina se convierte en un gran aliado para ello. Este principio activo ayuda a estimular el riñón y, a su vez, favorece el proceso de diuresis. Además, la cola de caballo también es muy rica en potasio, aluminio y magnesio, lo que permite que la cantidad de orina aumente. 

Tantos son sus beneficios que podemos encontrarlo en infusiones o complementos alimenticios a base de cola de caballo, como por ejemplo Depurcap de Newme Depur

  • Té verde

Este té es uno de los drenante naturales por excelencia y goza de este honor por contar con una gran acción depurativa, diurética y drenante. Esta infusión es, sin duda,una de las más utilizadas a nivel mundial, además de ser una de las plantas medicinales más comunes en la medicina china. 




  • Castaño de Indias

Otro de los ingredientes más utilizados en la medicina natural por sus propiedades para mejorar la circulación sanguínea es el castaño de Indias. Una planta que, además, cuenta con propiedades antiinflamatorias. En los complementos de Herbora lo encontrarás en las cápsulas de Opticir, en la gama Venarol, que combina en su fórmula la acción de otras plantas medicinales para conseguir un mejor resultado. 


Un truco para detectarla


Si sospechas que la retención de líquidos puede estar causada por alguna enfermedad o bien persiste en el tiempo, es necesario que acudas a un médico para que evalúe tu estado de salud. Sin embargo, hay una forma sencilla que puede ayudarte a comprobar hasta qué punto tu organismo está acumulando un exceso de líquidos. Solo necesitas presionar con tu dedo pulgar la parte dorsal del pie (la superior) o de la mano durante 5 segundos y ver qué ocurre:

  • Si al levantar el dedo la piel sube inmediatamente, no habría señales de retención de líquidos.
  • Si la piel baja unos 2 milímetros, pero sube enseguida, existiría poca retención.
  • Cuando la piel baja más y la hendidura (conocida como fóvea) no desaparece hasta pasados 10 o 15 segundos, podrías estar reteniendo más líquidos de la cuenta.
  • Si la piel desciende más 6 milímetros y no vuelve a su posición antes de un minuto, es importante que lo consultes con un especialista médico para que te recomiende qué debes hacer.