Todo lo que necesitas saber de la alimentación BLW

El Baby Led Weaning (BLW), o lo que es lo mismo, la alimentación autoregulada por el bebé, es una modalidad de alimentación infantil que en los últimos años está ganando fuerza entre las familias y los profesionales. Si quieres saber en qué consiste y qué beneficios e inconvenientes tiene, ¡sigue leyendo!

La Organización Mundial de la Salud recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses de ‪edad. A partir de entonces, todos los bebés, ya sean alimentados con pecho o con biberón, deben iniciar la alimentación complementaria de una manera o de otra puesto que a estas edades la leche de forma exclusiva ya no aporta todos los nutrientes que necesitan para su crecimiento. No obstante, es importante recordar que hasta los 12 meses el bebé tiene que seguir tomando leche, ya sea con lactancia materna o biberón, ya que este alimento es el que el sistema digestivo mejor va a procesar y aprovechar y, además, le ayudará a que siga cogiendo peso.

¿Y cuál es la principal diferencia de la alimentación complementaria mediante papillas o triturados y el BLW? La respuesta la encontramos en que con el Baby Led Weaning se introducen los alimentos sólidos y enteros, con el tamaño y la forma adecuadas para que el propio bebé sea quien los coja con sus manos y se los lleve a la boca en función de su apetito y sus preferencias. De esta forma se confía directamente en él a la hora de alimentarse en lugar de hacerlo con la «cuchara voladora» que le llega directamente a la boca.



Ventajas del BLW


Como decíamos, cada vez son más las familias que optan por este tipo de alimentación complementaria por tener una serie de beneficios que defienden muchos especialistas. Algunos de estos son:

  1. Promueve un hábito de alimentación más saludable, ya que se respetan las señales del cuerpo del bebé, como son el hambre y la saciedad.

  2. Las familias que siguen el BLW viven la alimentación de una forma más relajada, sin forzar a sus hijos a comer.

  3. Los bebés prueban distintos sabores y texturas desde una edad muy temprana, algo que podría estar relacionado con una alimentación más saludable y variada en su futuro.
  4. Mejora la transición a la alimentación sólida.

  5. Estimula el desarrollo psicomotor del niño, ya que favorece la prensión manual al agarrar los trozos de comida (en esta edad aún no saben hacer la pinza, es decir, unir el dedo pulgar con el índice), así como la coordinación ojo-mano o las habilidades de la masticación.

  6. Supone un ahorro de tiempo al no tener que hacer purés o triturar constantemente la comida para el bebé.



Alimentos con los que iniciarse

Antes de introducir esta modalidad de alimentación, es necesario asegurarse de que el bebé esté preparado para ello. Para empezar, es importante que tenga una sedestación estable, es decir, que se siente en la trona sin caerse a los lados o hacia adelante. Por otro lado se debe comprobar que haya desaparecido el reflejo de extrusión, un acto que ocurre cuando sacan la lengua inmediatamente en un intento de expulsar todo aquello que pueda provocarles un atragantamiento. Normalmente, este suele desaparecer en torno a los 6 meses de edad.

Hay una serie de alimentos que suelen ser los más empleados para iniciar la alimentación complementaria. Son, principalmente, verduras, carnes y pescados hervidos o cocidos y frutas blandas troceadas, entre estos:

  • Patata cocida o asada en tiras
  • Judías verdes cocidas
  • Brócoli cocido (el ramito)
  • Pepino en tiras o palos, sin piel ni semillas y que sean blanditos
  • Calabacín cocido o asado en trozos gordos o tiras
  • Zanahoria cocida o asada en tiras
  • Calabaza asada en trozos grandes o tiras
  • Aguacate cortados en medias lunas
  • Pan sin sal
  • Macarrones cocidos
  • Tortilla de huevo
  • Pera (variedades blandas) cortadas en cuartos
  • Melón o sandía cortados en tiras
  • Plátano


Para poder detectar una posible alergia alimentaria es mejor no ofrecer varios alimentos nuevos juntos para poder detectar más fácilmente cuál ha sido el causante de la reacción.


¿Qué peligros tiene el BLW?


Si te estás planteando introducir este tipo de alimentación a tu bebé, recuerda siempre consultarlo con tu pediatra, y es que esta práctica tiene algunos riesgos que pueden causar atragantamiento.

Los principales alimentos causantes de muerte por atragantamiento en niños menores de 3 años alimentados con BLW, y que estarían en la lista de alimentos a evitar son la zanahoria cruda, cacahuete, manzana cruda o salchichas. Asimismo, hay más alimentos que tienen un alto riego de atragantamiento, como las verduras crudas, los frutos secos o desecados, las patatas de bolsa, las galletas de arroz o de maíz, frutas como cerezas, uvas o tomates cherry, caramelos y cualquier alimento duro que el bebé no sea capaz de aplastar con la lengua y el paladar. Así pues, lo mejor es darle trozos grandes y que sea él mismo quien los machaque con las encías mientras los agarra. Para saber que la textura será apta para el bebé, se puede probar si el alimento se chafa con la lengua contra el paladar. Si a nosotros nos cuesta, seguramente el bebé no podrá hacerlo y, por tanto, no esté preparado para comerla.

Otro inconveniente de esta práctica es el hecho de que no se alcancen las necesidades energéticas del bebé o bien que presenten desequilibrios nutricionales. Es decir, que en su dieta no se incluyan las mínimas porciones de verdura y/o fruta ni de proteínas animales. Esto puede ocasionar un riesgo de anemia ferropénica (anemia por falta de hierro), escasa ganancia de peso o estancamiento en su desarrollo psicomotor.