Cuidados de verano para niños

Llegan las vacaciones de verano de los más pequeños y con ellas los campamentos, las excursiones, los juegos en la playa o la piscina, los deportes acuáticos… Una época en la que su rutina y hábitos cambian viéndose afectados por las actividades al aire libre, el calor, los viajes a otros destinos y los cambios bruscos de temperatura. Hoy compartimos algunas recomendaciones fundamentales para cuidarles y protegerlos para que disfruten de un verano ¡al 100%!


Máxima protección del sol


Aunque toda la familia debe protegerse del sol, la piel de los niños necesita un cuidado especial ya que por su dificultad para fabricar melanina es más sensible a los rayos solares. Por este motivo debemos darles una protección más potente que los adultos, y no solo en forma de crema fotoprotectora, hay más cuidados que pueden evitar o minimizar los efectos de la la exposición solar y evitar así la aparición de quemaduras solares.

Algunas medidas a seguir, y siempre teniendo en cuenta el fototipo de la piel del niño, pueden ser:

  • Utilizar cremas de fotoprotección resistentes al agua con un factor de protección 50+ y aplicarla media hora antes de exponerse al sol
  • Resguardarse bajo sombrillas o parasoles en forma de carpa
  • Intentar cubrir la piel de los pequeños lo más posible cuando estén expuestos al sol
  • Repetir las aplicaciones de crema fotoprotectora varias veces al día
  • Ponerles gorros, sombreros o accesorios infantiles que protejan del sol

Recuerda que cuidar la piel desde una temprana edad, aunque a veces no sea una tarea fácil, les creará un hábito que posiblemente mantengan en su adolescencia y la edad adulta.


Cuidar la flora intestinal


Durante el verano es habitual que las rutinas y los hábitos de los niños cambien. Esto da a lugar a alteraciones en sus horarios de alimentación o la propia dieta que, unido a los viajes a diferentes destinos o las altas temperaturas, afectan al estado de la flora intestinal, la responsable en buena parte de favorecer una buena digestión y asimilación de los nutrientes procedentes de los alimentos.

La flora intestinal interviene en el correcto funcionamiento del sistema inmunitario, protegiendo al organismo frente a infecciones, ya que luchan contra la colonización de los gérmenes nocivos del exterior e inhiben un gran número de sustancias tóxicas. Los probióticos específicos para niños, como es el caso de Probiótics de Senda Kids, a base de probióticos, prebióticos y zinc, son una buena solución natural para proporcionar una respuesta global a los problemas que afectan a su organismo en verano y contribuir a un mantenimiento saludable de la flora intestinal.

Asimismo, es fundamental que los más pequeños beban abundante agua a lo largo del día, igual que los adultos, para evitar la deshidratación y mantener la microbiota del estómago en forma.


Actuar frente a golpes y caídas


El verano está para aprender a ir en bicicleta, practicar deportes acuáticos, disfrutar de excursiones en el río… en definitiva, vivir nuevas aventuras. Sin embargo, cuanto más tiempo pasamos al libre y más actividad física se realiza, más riesgo hay de que se produzcan caídas, golpes, tropiezos,… Y, aunque no debemos hacer que renuncien a este tipo de actividades, sí debemos estar preparados para protegerlos y actuar cuanto antes en el caso de que esto ocurra.

Muchas familias son conocedoras de un aliado natural que ayuda en estas situaciones, se trata del árnica. Esta planta herbácea cuenta con propiedades específicas que suavizan, hidratan y reconfortan la piel dañada y suele encontrarse en productos en forma de barrita o stick que facilitan su aplicación al momento.

Mil Besos Roll’on de Senda Kids combina la acción de diferentes plantas e ingredientes, como es el árnica, para dar frescor y reconfortar rápidamente la piel agredida. Además, su práctico formato en roll’on lo hace ideal para los más pequeños ya que actúa de manera puntual en zonas localizadas, evitando al mismo tiempo el contacto de las manos con el producto.


Calmar las picaduras


Con la temporada estival también llegan los temidos mosquitos. Sus picaduras, que se manifiestan en forma de ronchas que aparecen después de que el mosquito perfore la piel y extraiga sangre a través de su aparato bucal, pueden ser molestas, especialmente en los más pequeños de la casa.

Si bien normalmente la picadura de mosquito provoca una roncha y prurito que desaparece en unos días, hay casos en los que su reacción es intensa y va acompañada con hinchazón, dolor e irritación en la zona. Para aliviarlo, el aceite esencial del árbol del té, uno de los aceites esenciales más versátiles que existen con numerosas aplicaciones beneficiosas para la salud y el bienestar personal, es una solución natural perfecta para ello.

No obstante, hay algunas medidas que pueden ayudarnos a tener a los mosquitos alejados de los pequeños, entre ellas:

  • Utilizar repelentes eléctricos de acción continua en espacios cerrados
  • Limitar la exposición del niño a los mosquitos en zonas o situaciones de riesgo importante 
  • Evitar la ropa de colores vivos, ya que estas atraen a los mosquitos
  • Utilizar repelentes corporales con IR3535 o DEET recomendados por el pediatra y adecuados a cada edad
  • Colocar mosquiteras en las ventanas o balcones