Esta Navidad, apuesta por un consumo responsable

Con la proximidad de las fiestas navideñas, el consumo se dispara: regalos para nuestra familia y amigos, cenas y comidas donde se consumirán más productos de lo habitual, ropa para estrenar en las fiestas… Y es que vivimos en una sociedad que favorece el consumismo, esto es así. La publicidad nos bombardea constantemente y nos anima a sumarnos a esta rueda de consumismo masivo, a veces impulsivo.

Pero, ¿somos conscientes de lo que esto significa para el planeta? ¿Sabemos cómo impacta negativamente en el medio ambiente? Seguramente si supiésemos qué tipo de políticas tienen muchas de las grandes empresas, cambiaría nuestra decisión de compra.

Actuar como consumidores responsables y conscientes y adaptarnos a nuestras necesidades reales supondrá un desarrollo más sostenible y un cambio sustancial en la forma de relacionarnos con nuestro entorno. En nuestras manos está hacerlo. Os proponemos pequeños gestos con los que podemos reducir nuestra huella en el planeta.


1. Apuesta por el consumo local

Apoyar modelos productivos más justos, que respeten el medio ambiente y los derechos humanos, no solo contribuirá al ahorro energético y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino también a la mejora de la economía de nuestro entorno. Lo que comemos, lo que compramos, el medio de transporte que usamos… ¡todo cuenta! Consumir productos de km 0 o acudir a los mercadillos de segunda mano, por ejemplo, pueden abrirnos una nueva realidad para empezar a poner nuestro granito de arena.


2. La regla de las 3 R: Reducir, Reutilizar y Reciclar

Las sociedades del mundo siempre han producido residuos, pero es ahora, en la sociedad de consumo, cuando el volumen de las basuras ha crecido de forma desorbitada. Estamos inmersos en la cultura del usar y tirar, y en la basura que generamos a diario están los recursos que dentro de un tiempo echaremos en falta.

La regla de las 3R está pensada para cuidar el medioambiente y reducir el volumen de basura generada. Tres gestos que ayudan a tirar menos residuos, ahorrar dinero y convertirnos en un consumidor más responsable:

  • Reducir: se trata de simplificar el consumo de los productos directos, es decir, todo aquello que se compra y se consume, ya que esto tiene una relación directa con los desperdicios. Por ejemplo, en lugar de comprar 6 botellas pequeñas de una bebida, hacerlo con una o dos grandes, de esta forma tendremos el mismo producto pero menos envases.
  • Reutilizar: volver a utilizar las cosas, darles la mayor utilidad posible antes de que llegue la hora de deshacernos de ellas y prolongar la vida útil de los objetos y los materiales, es un paso que puede ayudar mucho en la economía de casa.
  • Reciclar: es una de las formas que más consigue reducir de forma verdaderamente significativa la utilización de nuevos materiales, y en consecuencia, más basura.



3. Reduce el número de envases

Una clave para generar menos residuos es comprar todo lo que se pueda a granel, en envases reutilizables, retornables o que no sean de un solo uso. El «usar y tirar» sale muy caro en cuestión de basura a gestionar. Si en el supermercado no lo consigues, opta por comprar en las tiendas de barrio. Seguro puedes encontrar frutas, verduras, carne, pescado, harinas, pastas, especias, frutos secos y muchos otros productos a granel donde podrás llevar tus propios envases.


4. Piensa, ¿es realmente necesario?

Especialmente en lo que se refiere a ropa, tecnología u otros bienes, ¿realmente hace falta comprar algo nuevo? Y es que otra forma de consumir responsablemente es comprando nuevo solo lo estrictamente necesario. Antes de hacerlo puedes comprar de segunda mano, llevar a reparar tu ropa u objetos a tu barrio o incluso intercambiar. Comprar objetos nuevos significa generar muchas más emisiones a veces innecesarias.

5. Cosmética sostenible

El cambio de conciencia a nivel mundial también repercute en el sector de la cosmética. El consumidor cada vez elige más una cosmética honesta que respeta el medio ambiente a través de la sostenibilidad, fabricando productos ecofriendly hechos con ingredientes naturales, producidos de manera respetuosa y distribuidos de forma local. Un ejemplo, nuestra gama de cosmética bio y vegana, Mimesis Sensations. Una línea que nació con el compromiso de satisfacer a aquellas personas que buscan cuidarse de forma comprometida con su piel y con el medioambiente. Una transición hacia un nuevo modo de vida con un consumo más responsable donde dos principios activos se juntan: un profundo amor por el planeta y el poder curativo de ingredientes naturales y orgánicos. Un tándem perfecto para un cuidado respetuoso de la piel.



Un regalo perfecto para unas Navidades más responsables

Limpieza, hidratación, nutrición o reparación con productos que estimulan la regeneración celular y ayudan a reparar tejidos, en Mimesis Sensations ofrecemos fórmulas naturales y veganas para cada persona, en mascarillas, cremas, exfoliantes, sérums, brumas o contornos. Con texturas y aromas que aportan bienestar.

Si quieres que este año tus regalos de Navidad sean más comprometidos que nunca con la salud del planeta y la de tus seres queridos, apuesta por la garantía de regalar cosmética orgánica y ecológica. Sus productos están compuestos por la más alta gama de principios activos naturales de la máxima calidad. Formulados con ingredientes vegetales, sin aditivos químicos. No utilizan siliconas, derivados del petróleo o componentes químicos tóxicos y contaminantes.

¿Y qué nos hace especiales?

  • Es cosmética vegana certificada con el sello ACENE
  • Los ingredientes son de origen vegetal y mineral
  • Contribuimos a la reducción del impacto medioambiental: el 80% de los materiales están fabricados con vidrio, cartón con FSC y madera 100% reciclables.
  • Es natural & bio: +97% de ingredientes naturales, con un 21% de procedencia ecológica.
  • Los productos no están testados en animales.
  • Preservamos la vida marina no usando microplásticos en los exfoliantes e incluyendo filtros solares físicos.

Recuerda que la cosmética es solo una pieza más del puzzle, ¡cada pequeño gesto cuenta!