Si cuando paseas por un bosque sientes su energía positiva y eres de los que se sumerge en él con los cinco sentidos, seguramente no sepas que estás practicando un baño de bosque. Esta práctica, que cada vez se conoce más en nuestro país, aporta muchos más beneficios a nuestro organismo de los que podrías creer. ¡Te los contamos!
¿En qué consiste?
Los baños de bosque (o Shinrin-Yoku) es una técnica que consiste básicamente en reconectar con la naturaleza más pura que ofrecen los bosques. Su significado literal es «absorber la atmósfera del bosque» y es una práctica que se inició en Japón principalmente como terapia de relajación mental y física para una población urbana que estaba sometida a niveles intensos de competitividad y estrés laboral. En paralelo, surgió para proteger y dar valor a los bosques.
Se trata de realizar un paseo inmersivo por un bosque que no esté transitado (preferiblemente un bosque maduro, con ejemplares grandes y antiguos así como una gran comunidad de plantas y animales) y recorrerlo de forma pausada con los cinco sentidos. No consiste en recorrer una distancia determinada o con esfuerzo físico, lo que sería la práctica de senderismo, para ponerlo en práctica es fundamental dejar de lado de prisa.
En la Asociación de Terapia de Bosque y Naturaleza indican algunos consejos para beneficiarse de esta técnica:
• Desplaza la mente a lo largo del paisaje y préstale atención, así se abrirán los sentidos, se cultivará la presencia propia y se conectará con la naturaleza.
• Hazlo en silencio, de esta forma aplicarás todos los sentidos a los elementos naturales que aparezcan por el camino.
• No tengas prisa: no se trata de practicar senderismo, su objetivo no es hacer ejercicio físico, normalmente son paseos de 1,5 km con una duración de entre 2 y 4 horas.
• Dedícale tiempo: para desarrollar una relación significativa con la naturaleza necesitas tiempo, no se consigue solo haciéndolo una vez.
• Déjate guiar por un experto: al igual que ocurre con prácticas como la meditación o el yoga, aprenderás mejor su técnica ayudándote de un guía cualificado, quien invitará a fijarse en las sensaciones y sacar el máximo beneficio de la práctica.
• Más que un paseo: además de pasear, puedes profundizar más la conexión con la naturaleza sentándote, abrazando un árbol, acariciando una hoja, tocando una piedra o comunicándote con otras especies.
Sus beneficios
Varias investigaciones han comprobado los efectos beneficiosos de los baños de bosque en la salud física y mental, entre ellos:
- Descenso de la hormona del estrés, el cortisol, y en consecuencia disminución de las emociones negativas, la ansiedad o el insomnio. Además, al reducir la producción de cortisol, refuerza el sistema inmunitario.
- Mejora de las enfermedades cardiovasculares, ya que reduce el ritmo cardíaco y en consecuencia la tensión arterial y la incidencia de infartos.
- Aumento del estado de ánimo, la energía y el bienestar psicológico.
- Potencia la creatividad.
Lugares donde practicarlo
El bosque de Muniellos en Asturias, el Sendero Bosque Encantado de Tenerife, el Parque Natural Monte Aloia en Galicia o el Faedo de Ciñera en León, en España hay muchos espacios que nos invitan a conectar con su entorno y poner en práctica esta terapia. En la aplicación Wikiloc podemos encontrar itinerarios y recorridos geolocalizados adecuados para sumergirse en bosques. Además, cada vez más nacen iniciativas y proyectos que ofrecen baños de bosque guiados, como por ejemplo:
- Ports Experience: agencia de viajes receptiva en la Reserva de la Biosfera de las Tierras del Ebro, en la confluencia de Tarragona, Castellón y Teruel.
- Instituto de Baños de Bosque: realiza actividades, como baños de bosque, retiros, formaciones o consultorías, con el objetivo de promover los programas de salud y bienestar basados en la naturaleza.
- Pyrene 365: proyecto que nace de la inquietud por ofrecer una visión del Pirineo diferente, sumergiéndose en sus costumbres, sus leyendas, su geología y su biodiversidad.
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