No hay mejor día que hoy, el día de los enamorados, para hablar de esta curiosidad como es el amor. ¿Por qué nos enamoramos? ¿Qué hace que tengamos más atracción hacia una persona u otra?
Por muy simple que pueda parecer, el amor, o mejor dicho, enamorarse, no sólo depende de un pequeño angelito llamado Cupido que nos encandila con sus flechas, sino que va mucho más allá, lo podríamos definir como química.
Este proceso de enamoramiento empieza en la corteza cerebral y a partir de ahí continúa su proceso pasando al sistema endocrino y transformándose en respuesta fisiológica y en una serie de cambios que tienen lugar debido a la segregación de dopamina en el hipotálamo.
El sentimiento de enamoramiento comienza con una atracción por la otra persona y esta suele dispararse cuando el sistema percibe que la sensación puede ser recíproca. ¿Curioso verdad?
Sin duda alguna, enamorarse es uno de los estados más satisfactorios que podemos llegar a sentir como seres humanos, las sensaciones son infinitas y el estado de ánimo también se ve afectado. Cuando sentimos esa atracción hacia la otra persona y comenzamos a enamorarnos sentimos diferentes reacciones, estas serían algunas de ellas a modo resumen.
- Deseo de intimidad y deseo sexual.
- Esperanza de que sea recíproco.
- Miedo a ser rechazado o miedo al fracaso.
- Pensamientos constantes hacia la otra persona.
- Pérdida de concentración.
- Actividad fisiolçogica cuando nos encontramos con la otra persona.
- Idealizar al sujeto.
Estas son las fases o estados que todos pueden sentir en una primera etapa. Pero como muchos sabrán, el amor no siempre se queda en una fase permanente, y es que está comprobado que este enamoramiento, o mejor dicho, esta bioquímica, pasa por diferentes procesos según han demostrado diferentes científicos.
Fases del amor
Enamoramiento
Se trata de la primera fase y seguramente la más pasional. En esta fase se tiene mayor deseo sexual hacia la otra persona, se sienten esas mariposas e incluso esos nervios que nos recuerdan al primer día. Esta fase dura aproximadamente entre un año o año y medio.
Bioquímicamente hablando, diríamos que es la fase donde se produce y libera constantemente hormonas como la oxitocina o vasopresina. También en esta fase se desactivan algunas zonas de la corteza frontal y se inhibe la serotonina, lo cual da lugar a vivir esta etapa de una forma más irreflexiva.
Fase Romántica
Según la bioquímica, la mayor parte de las funciones relacionadas con el amor se encuentran en en el ATV, zona donde se encuentran las neuronas que intervienen en el sistema de recompensa natural del cerebro. Este área tegmental ventral de Tsai influye notablemente en todo lo relacionado con la motivación, el orgasmo y otras emociones que tienen lugar cuando se está enamorado. En esta zona se encuentra el cerebro primitivo y es aquel que está relacionado con acciones tan habituales como necesarias como pueden ser comer, beber o mantener relaciones sexuales.
Amor y compromiso
Pasadas las dos etapas anteriores, llegamos a esta tercera etapa donde afloran otros aspectos más comunes y habituales como pueden ser conflictos, compromiso y otras obligaciones que dan más importancia al bienestar entre la pareja. Esto se debe a la segregación de endorfinas y encefalinas que se tienen durante este periodo.
Amor y compañía
A pesar de que la llama siempre debe mantenerse, debemos ser conscientes que no todo es como el primer día. Lleva un momento, y es en esta última fase, donde toda la emoción y pasión se reduce ya sea por la rutina, por falta de interés u otros aspectos. Puesto que las relaciones sexuales son menores, también bajan los niveles de oxitocina, y eso se transforma en un amor mucho más relajado donde la compañía del otro sigue siendo importante pero se vive de un modo menos pasiona.
Como podéis ver, cuando se trata de amor también nuestro cerebro entra en juego. No obstante, no debemos quedarnos únicamente con la química. Son otros muchos más aspectos los que pueden influir a la hora de enamorarse. Eso es gracias a que somos seres sociales, nos relacionamos, mantenemos mayor o menor afección con unas personas, y como dice el dicho, el roce hace el cariño. Por lo que aunque la química pueda tener gran culpa de este enamoramiento, también otros factores influyen en él.
Es importante mantener siempre la llama encendida, la energía sexual y esa atracción física y que la otra persona se sienta querida y segura en todo momento. Por ello, nada mejor que seguir regando ese fruto y hoy más que nunca disfrutar del amor te encuentres en la fase que te encuentres.