Ansiedad o hambre, ¿cómo se diferencia?

El estrés y el ritmo de vida ajetreado diario nos afecta en muchas ocasiones más de lo que pensamos. Tanto es así que puede llegar a hacernos dudar entre ansiedad o hambre en algunos momentos determinados.

Es importante, para alimentarnos correctamente, que sepamos diferenciar entre ansiedad o hambre ya que la primera nos puede llegar a provocar un trastorno en nuestra alimentación con graves consecuencias. A pesar de que no ocurre en todos los casos, la mayoría de personas que sufren ansiedad se les crea una sensación de estómago vacío la cual intentan calmarla ingiriendo más comida de lo habitual.

Si esto ocurre, es importante saber exactamente cuál es el origen de esta ansiedad e intentar tratarla del mejor modo posible. También será imprescindible conocer bien nuestro cuerpo y saber diferenciar cuando actúa por hambre real o cuando actúa por hambre generada por la ansiedad. La respuesta a todo esto se encuentra en el hipotálamo, glándula que controla todas aquellas reservas de energía que tiene nuestro organismo.

Esta glándula actúa cuando ve que las reservas disminuyen, es entonces cuando da la orden de hambre y provoca esa necesidad de comer. No obstante, también el hipotálamo recibe información relacionada con las emociones. Si emocionalmente estamos estables, el hipotálamo actuará con normalidad. No obstante, si percibe un descontrol emocional así como estrés y ansiedad, se genera un desajuste en este en el que se mezclan las señales de los sentimientos con hambre y provoca esta alteración cuando nos sentimos más decaídos o estresados.

No obstante, nosotros mismos tampoco somos capaces de diferenciar entre hambre de ansiedad o hambre real y es cuando ingerimos alimentos innecesariamente. Por ello, a continuación os damos algunos consejos para distinguir entre uno u otro y actuar de la mejor forma para nuestro organismo.

hambre psicologica y hambre fisiologica

¿Cómo ha aparecido el hambre?

El hambre puede aparecer de repente o bien puede llevar un proceso. Seguramente en alguna ocasión estás en casa sin hacer nada viendo la televisión o bien estás trabajando y sin previo aviso aparece un hambre que no te permite casi ni pensar ya que necesitas comer algo rápidamente. Cuando esto ocurre es una clara señal de que el hambre no es física, es decir, que puede ser provocada por estrés, aburrimiento o un momento de ansiedad.

De lo contrario, el hambre física, o hambre normal, se va creando poco a poco y va a apareciendo de forma progresiva.

¿Qué te apetece comer?

La ansiedad o hambre creada por un estado emocional provoca comer cualquier cosa, y en la mayoría de los casos poco saludables. Un claro ejemplo es tener mucha hambre y ver una pieza de fruta o ensalada. Si tu hambre es física, seguramente lo comerás aunque no sea el alimento que tenías en mente. En cambio si ves esta ensalada o pieza de fruta pero de lo contrario prefieres ir a comprar por ejemplo un helado, chocolate o cualquier producto de bollería, entonces estaremos hablando claramente de ansiedad o hambre no física.  En este caso nuestra intención no es matar ese hambre sino la sensación de ansiedad creada en nosotros.

¿Saciado pero sigues comiendo?

En muchas ocasiones comemos sin límites. Comenzamos a comer y a pesar de poder sentirnos llenos seguimos comiendo. A estas alturas del artículo seguro ya sabréis de qué tipo de hambre estamos hablando. ¿Ansiedad o hambre? Claramente se trata de ansiedad, ya que en el caso de ser hambre real comemos y paramos en el momento de sentirnos saciados sin seguir tomando alimentos innecesarios.

¿Comes de forma inmediata o puedes esperar?

¿Alguna vez habéis tenido la sensación de tener un antojo? Podríamos decir que se trata de una situación similar. Cuando tienes la absoluta necesidad de comer aquello que tanto ansias al momento, como decíamos antes por lo general alimentos menos saludables, entonces estamos hablando de ansiedad o hambre emocional.

No obstante si el hambre ha sido creada de forma progresiva y puede esperar sin hacerlo con agonía cuando llegue la hora, entonces se trata de hambre real o física.

¿Sentimiento de culpabilidad?

¿A quién no le ha ocurrido alguna vez que le apetecía mucho un trozo de esa apetecible tarta de chocolate después de un gran atracón de comida y al comérselo se ha sentido mal o culpable? Este es tan solo un ejemplo, pero si este sentimiento de culpa te ocurre a menudo entonces deberá ser controlado e intentar poner solución.

Por lo general, calmar el hambre no debe provocar sentimiento de culpa, sino sentimiento de satisfacción, por lo tanto, cuando esto sucede estamos hablando de ansiedad o hambre no real.   

ansiedad o hambre fisica

¿Cómo solucionar la ansiedad o hambre psicológica?

El estrés o ansiedad es un claro síntoma de que algo en nuestro organismo no está funcionando correctamente, por lo que hay que encontrar una solución.

Aunque la fuerza de voluntad de cada uno es el primer paso que se debe hacer para tomar medidas, a continuación os damos algunos consejos para evitar los atracones emocionales.

Cumplir un horario de comidas: Hacer las comidas necesarias sin pasarlas por alto es un modo de mantenerse saciado durante el día. No necesariamente debemos hacer muchas comidas diarias, pero si pequeñas comidas, al menos 5. Es importante no saltarse estas comidas ya que de hacerlo llegaremos a la siguiente comida con más ansiedad.

deporte y alimentacion

Hacer ejercicio: Dentro de cualquier vida saludable el ejercicio es prioritario para mantener, no solo nuestro organismo en orden, sino también nuestra mente más despejada. Correr, caminar o ir en bicicleta y combinar con ejercicios de tonificación son algunos de los que debes añadir a tu tabla de ejercicios.

Mantenerse hidratado: También mantenerse hidratado y beber el agua suficiente permitirá que nos sintamos saciados y, en cierto modo, engañar a nuestro organismo para que no ingiera alimentos innecesarios.  

Evitar el café o bebidas con cafeína: La cafeína es una bebida excitante por lo que se deben evitar todas estas bebidas y substituir por otras como infusiones naturales o bebidas sin azúcar.

Productos saciantes: Ayúdate con alimentos o complementos alimenticios que te sacien y combínalos con tu dieta. Son muchos los a productos naturales que te ayudarán a sentirte saciado y los puedes encontrar en cápsulas como por ejemplo la Spirulina Hawaiana o bien incluso barritas saciantes como por ejemplo las barritas saciantes de Herbopuntia.