Migrañas y dolor de cabeza, cómo evitar que vayan a más

La migraña es una enfermedad neurológica que la OMS clasifica como altamente discapacitante. Se trata de uno de los problemas más habituales del sistema nervioso y provoca dolores que pueden llegar a ser incapacitantes si no se actúa a tiempo. Te contamos cómo se manifiesta, qué la diferencia de otros dolores de cabeza y cómo podemos evitar que empeore de forma natural.


¿Qué son la migraña y las cefaleas?

Parece que el dolor de cabeza es un mal común que a todos puede afectarnos en algún momento, de hecho la cefalea es un síntoma neurológico que afecta a más de la mitad de la población. Este hecho hace que pueda restarse importancia a un trastorno mucho más complejo que el dolor de cabeza: la migraña. Este desorden neurológico, además de manifestarse en un dolor de cabeza intenso o grave, profundo y pulsátil (como si estuvieran dando golpes en la cabeza), puede acompañarse de otros síntomas como vómitos o intolerancia a la luz y al sonido. Afecta a la mitad de la cabeza (la parte frontal o a toda la zona del cráneo) y se presenta en forma de crisis o ataques de forma gradual. Se inicia de forma leve y aumenta a medida que pasan las horas empeorando generalmente con la luz, el ruido y los movimientos. Como decíamos, la migraña es un trastorno extremadamente incapacitante, afectando al 12-15% de la población, mayoritariamente a las mujeres.

El origen de la migraña es una combinación de factores ambientales y genéticos: algunas familias son especialmente propensas a sufrirla y la genética influye en el tipo de migraña que sufren las personas afectadas.


Cómo distinguir la migraña de otro dolor de cabeza

La migraña es una enfermedad neurológica que se manifiesta en un dolor de cabeza intenso o grave que, a diferencia de otros dolores de cabeza, suele presentarse en forma de episodios agudos, que pueden durar desde horas hasta varios días.

Para distinguirla, algunas de sus manifestaciones características serían las siguientes:

  • Es un dolor de cabeza fuerte, en ocasiones pulsátil
  • Normalmente afecta a un solo lado de la cabeza o a la frente
  • Suele acompañarse de malestar general, náuseas, vómitos…
  • Ocasiona alteraciones del carácter
  • Produce una gran sensibilidad a los sonidos y el ruido
  • Puede haber problemas de visión


En algunos casos, estos síntomas son precedidos por lo que se conoce como “aura”, un aviso de que el cuadro de migraña va a producirse en breve y que puede asustar bastante, ya que abarca síntomas tan diversos y alarmantes como el adormecimiento de brazos y/o piernas, pérdida de fuerza, oscurecimiento de una parte del campo visual, destellos luminosos, mareos y pérdida de memoria. Pese a la inquietud que generan, estos síntomas no suponen una situación de gravedad y suelen durar entre 10 y 30 minutos para luego dar paso al intenso dolor de cabeza.


Las principales causas del dolor de cabeza

Desde la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AIME) explican que comúnmente llamamos dolor de cabeza a las cefaleas primarias, que representan el 90% de las cefaleas: dolores de cabeza benignos, como la cefalea en racimos o la cefalea de tensión o tensional. El dolor de cabeza es el principal y único síntoma y la propia enfermedad. Puede aparecer, por ejemplo, debido a factores como el estrés, los malos hábitos alimentarios, la ingesta de determinados medicamentos, los cambios de tiempo o el esfuerzo físico.


Fuente: AEMICE
  • La cefalea tensional

Es el tipo de dolor de cabeza más común, suele aparecer al final del día, como consecuencia del cansancio acumulado o la acumulación de estrés. Afecta al 78% de la población en general y su diagnóstico dependerá de cómo es el dolor y cuáles son los síntomas. Cuando éstos y la exploración física no son claros, se podrían realizar pruebas de neuroimagen para confirmar la presencia de esta enfermedad. La cefalea tensional se trata con analgésicos convencionales para que desaparezca el dolor.


  • La cefalea en racimos

Este tipo de cefalea primaria provoca un dolor en varias zonas de un lado de la cabeza: en la frente (frontal), en los ojos (orbitaria) y por encima del oído (temporal). Puede ser crónica o bien remitir durante meses o años. También la llaman cefalea de Horton, cefalea histamínica o incluso cefalea suicida.

La cefalea en racimos se manifiesta con un dolor extremadamente intenso y repetitivo. Aparece bruscamente, sobre la misma hora y la mayoría de las veces, en la misma zona de la cabeza o del ojo. Se presenta en episodios de entre 15 minutos y 3 horas y pueden repetirse hasta 10 veces al día. Puede despertar del sueño, ya que aparece normalmente durante el sueño, al poco rato de quedarnos dormidos, o al despertar por la mañana.

La cefalea en racimos no se asocia a antecedentes familiares, pero sí se relaciona con la liberación súbita de histamina o de serotonina por parte del cuerpo, el tabaco, el consumo excesivo de alcohol, el estrés y el resplandor o brillo intenso de la luz.



Vivir con cefalea: consejos para mejorar el día a día


La migraña y las demás cefaleas pueden afectar al ritmo de vida diario y ser un impedimento para cumplir con nuestras obligaciones. Aunque el profesional médico será siempre quien indique los tratamientos farmacológicos necesarios, cambiar algunos hábitos, como seguir una dieta saludable, hacer fisioterapia o practicar yoga, puede ayudar a controlar la aparición del dolor y su intensidad en el día a día.


  • Evitar el estrés: es un desencadentante de la migraña. Se puede aprender a controlarlo mediante técnicas como la meditación, respiraciones profundas, etc.
  • Practicar yoga: esta disciplina física y mental está enfocada a recuperar el equilibrio a partir de determinadas posturas y de la respiración.
  • Reducir el consumo de algunos alimentos que desde la AEMICE destacan que están más relacionados con el riesgo de sufrir migraña: los derivados lácteos, quesos curados, carne cruda, productos con conservantes y edulcorantes artificiales y bebidas alcohólicas en exceso (en especial, el vino y el cava).
  • Consumir suplementos alimenticios de vitamina B2 y magnesio pueden contribuir a tratar el dolor de cabeza.
  • Descansar lo suficiente: un horario de regular de sueño de entre 7 y 8 horas cada día es fundamental para que el cerebro no se sature y responda de forma normal.
  • Tomar baños calientes con eucalipto, menta o hierbabuena o realizar inhalaciones de vapores de melisa, hierbabuena y manzanilla puede mejorar su estado.
  • Incluir en la dieta verduras de hojas verde (contienen ácido fólico y vitaminas del grupo B que disminuyen el riesgo de migrañas según varios informes) y cítricos (por su contenido en vitamina C).
  • Evitar frecuentar lugares con olores intensos (o usar colonias muy perfumadas), con humo de tabaco, ruidos fuertes y luces intensas, fluorescentes o intermitentes (por ejemplo, discotecas).
  • Terapias como la fisioterapia, que permite desarrollar, mantener y restablecer el máximo movimiento y capacidad funcional, o la masoterapia, es decir, masajes tipo ser shiatsu o reflexología, también pueden beneficiar.