¡Mito y Realidad! #1

Bienvenidos a ¡Mito y realidad! hoy desmontaremos algunos los mitos culturales de nuestra sociedad sobre lo que engorda o lo que adelgaza.

El mito: El agua engorda durante las comidas.

La realidad: El agua es un nutriente que no aporta calorías. Por lo tanto, podemos asegurar que ni engorda ni adelgaza ya lo tomes antes, durante o después de las comidas. Además, el agua es una de las fuentes principales que hace que funcione correctamente nuestro organismo y nos mantiene correctamente hidratados.

 

El mito: Hay alimentos que adelgazan.

 

La realidad: Cualquier alimento aporta calorías o sencillamente no aporta nada como el agua. Por lo tanto lo primordial es la dieta general y completa, no hay ningún alimento concreto que haga perder un gramo. Hay que encontrar el equilibrio entre ingesta y el gasto de energía de nuestro organismo.

 

El mito: La fruta después de la comida engorda.

 

La realidad: La fruta no engorda porque se tome en un momento o orden especifico, sino porque la cantidad de calorías ingeridas sea mayor o menor. Lo que si es cierto es que la fruta tiene un alto contenido en fibra, lo que provoca una sensación de saciedad importante. Esto provoca que algunas dietas propongan su consumo en horas principales del día porque de esta manera tienes menos apetito en los platos siguientes, no obstante, cualquier dieta equilibrada debe incluir el consumo de al menos tres piezas de fruta al día ya que son una fuente importante de vitaminas y minerales.

 

El mito: Los alimentos light adelgazan.

 

La realidad: Básicamente a los alimentos light se les llama de esta manera porque alguno de sus componentes ha sido reducido en cuanto a componentes calóricos del mismo, no obstante, eso no significa que sirvan para adelgazar. En todo caso, engordan menos que la misma cantidad del mismo alimento no light.

 

El mito: Los productos integrales engordan menos.

 

La realidad: En este caso los productos integrales suelen contener cantidades casi idénticas al producto no integral, la diferencia está en que los productos integrales poseen más cantidad de fibra. Un ejemplo, tanto el pan blanco como el integral tienen las mismas calorías. La diferencia radica en que la fibra mejora el tránsito intestinal y tiene un efecto de saciedad más efectivo sobre el apetito.