Día Mundial del Alzhéimer (21 de Septiembre): Consejos para cuidar a un enfermo de Alzhéimer

El Alzhéimer se trata de una enfermedad neurodegenerativa incurable que afecta a entre un 5 o un 15 por ciento de la población mayor de los 65 años. Además, según diversos estudios, se espera que la cifra de afectados aumente y llegue a los 2 millones de personas en los próximos 20 años, convirtiéndose así en una de las patologías más importantes del siglo XXI.


Ante esta situación, cobra especial importancia la figura de la familia o el cuidador ya que, a pesar de que cada vez se diagnostica antes y existen diversas terapias farmacológicas, la enfermedad es progresiva y lleva inexorablemente al paciente a una situación de dependencia absoluta.

¿Cómo deben actuar los familiares de un enfermo de Alzhéimer y cómo pueden ayudarle a estimular su memoria?

La familia es el eje fundamental en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Aunque no seas el cuidador principal.

Para estimular su memoria, se puede ayudar al enfermo haciéndole preguntas sucesivas. Es decir, en lugar de hacerle una única pregunta directa, hay que ayudarle a encontrar la respuesta paso a paso, con preguntas cada vez más precisas. Por ejemplo, no hay que preguntarle: ¿Quién ha llamado por teléfono?, la manera correcta de preguntarlo es:

-¿Has atendido una llamada?
-¿Era un niño?
-¿Un adulto?
-¿Una voz de hombre o de mujer?

De este modo, el enfermo, con pequeños avances, llegará hasta la respuesta adecuada. Si la pregunta se le hubiera planteado directamente, no habría podido llegar hasta el final del recorrido y experimentaría un sentimiento de fracaso.

Por regla general, nunca se debe presionar al enfermo de Alzhéimer, sino, al contrario, guiarle proporcionándole elementos de apoyo, como indicaciones, agenda, notas, etc. Por otra parte, también es importante favorecer, en la medida de lo posible, la rutina, la regularidad en los horarios cuotidianos como en comidas a horas fijas, ir a comprar el pan todos los días a la misma hora, programar visitas regulares, multiplicar los puntos de referencia, respetar un calendario, etc.

Por otra parte, es fundamental que la familia, sobre todo, el cónyuge  lleve una vida lo más normal posible, con sus actividades cotidianas. En el esfuerzo de cuidar lo mejor posible al afectado de Alzhéimer, hay que evitar caer enfermo por sobrecarga de trabajo y de responsabilidad. Si es preciso, hay que buscar ayuda. Cuando la persona que cuida al paciente tiene que salir, es muy importante hacérselo saber dejándole notas muy visibles, como por ejemplo: He tenido que ir a tal sitio, me he ido a tal hora y volveré a tal otra. El enfermo podrá, de esta manera, asumir sus momentos de soledad.