Consejos para picar de manera sana en el trabajo

Hace una hora y media que hemos desayunado y, de pronto, esa sensación voraz donde surgen los deseos por comernos algún dulce, algún snack salado o algo que seguramente, hará mucho daño a nuestra conciencia y a nuestra cintura.


Picar entre horas es el gran enemigo de nuestra dieta. Cada vez que acudimos a la nevera o la máquina de vending estamos ingiriendo unas calorías que, a buen seguro, nos ahorraríamos con una alimentación mejor planificada. Los snacks, además, suelen ser los alimentos menos saludables de toda la pirámide alimenticia, algo que incluso se recuerda en las propias bolsas que contienen estos. No es tan difícil saciar esa ansiedad por picar y hacerlo de manera saludable educando a nuestro metabolismo.

Pica sólo cuando toca

El mayor peligro del clásico “picoteo” es hacerlo con descontrol. Debes saber que nuestro cuerpo necesita de unos horarios fijos donde regular sus funciones, de ahí que siempre sea recomendable desayunar, almorzar y cenar a unas mismas horas. Es importante no picar fuera de esos momentos y, más específicamente, es decisivo que no piquemos más de dos veces al día. Lo importante siempre es evitar el descontrol, que es el gran enemigo de una alimentación saludable.

Escoge bien lo que comes

Podemos considerar como snack cualquier tipo de comida servida en pequeñas raciones. Picar no implica comer patatas fritas, chocolate o galletas. También podemos picar fruta, verdura o embutido bajo en grasa, alimentos que serán nuestros mejores aliados si no queremos renunciar al aperitivo cuando estamos a dieta.

Ser cuidadoso con las raciones

Elige algo que sea saciante, que no sobrepase las 200 calorías y que, a su vez, tenga un color y un sabor atractivo. Las personas nos dejamos llevar mucho por los estímulos visuales y el sabor así que, antes de recurrir a la clásica barrita de chocolate, elige una pieza de fruta que previamente hayas preparado de un modo más atractivo.

Pica después de hacer ejercicio

Hacer ejercicio puede reducir de manera significativa la sensación de hambre que sentimos a lo largo del día pero, además, si picamos en la media hora siguiente a la realización de esfuerzo físico, ayudaremos a nuestros músculos a recuperarse y repondremos las reservas de glucógeno disminuidas durante el ejercicio. Después de entrenar, además, podremos picar más carbohidratos, aunque sin saltarnos el cuarto mandamiento: en ningún caso debemos consumir más de 200 calorías.

No te fijes en lo que comen los otros

>Seguro que te habrá pasado en alguna ocasión. Estás trabajando y, de pronto, llega una compañera ofreciéndote un snack, un dulce o un poco de chocolate. ¿Cómo negarte? Al final, incluso acaba convenciéndote para ir a comprar algo juntas y te ves a ti misma picoteando aquello que no debes.

Acompaña tus aperitivos con agua, no con refrescos

Lo mejor, en cualquier caso, es beber agua, la única bebida que nos asegura la ingesta calórica cero.