Desde teléfonos inteligentes hasta tabletas y juegos de consola, no es inusual ver a un niño de uno o dos años deslizar de forma intuitiva las pantallas y presionar los botones con seguridad.
Los niños menores de cinco años tienen una habilidad sorprendente para saber cómo dominar las nuevas tecnologías.
Desde teléfonos inteligentes hasta tabletas y juegos de consola, no es inusual ver a un niño de uno o dos años deslizar de forma intuitiva las pantallas y presionar los botones con seguridad.
Incluso si los padres disfrutan de la paz momentánea que produce darle a un pequeño un aparato para que juegue, en secreto les preocupa si ese tiempo al frente de la pantalla le está causando daños en el cerebro.
Por esta razón, hoy vamos a desmontar unos cuantos mitos sobre este importante tema:
El mito: Los niños necesitan dominar la tecnología para sus vidas futuras.
La realidad: Muchos padres creen que tienen que exponer cuanto antes a sus hijos a las nuevas tecnologías para asegurarles una buena vida y no crearles una desventaja respecto a otros niños. Otros piensan que este esfuerzo no vale la pena porque la tecnología cambia cada día, y lo que aprendan ahora ni siquiera existirá cuando empiecen a ir al colegio. La verdad es que no hay que preocuparse tanto por eso, sencillamente hay que educarlos bien y luego ellos decantaran sus prioridades sobre todo cuando son muy pequeños.
El mito: Es un error mezclar a los niños con la tecnología.
La realidad: Debe existir una sinergia intermedia entre las dos pero nunca hay que cortar por lo sano y dejar a tu hijo sin tecnología, al igual que tampoco es bueno que siempre este con ella. Existen los padres que no les gusta que sus hijos utilicen tecnología y los que la utilizan para que su hijo se deje de molestar. Ningún extremo es adecuado, lo suyo es saber poner limites y dotar a tu hijo de lo necesario para que su aprendizaje sea optimo pero sin dejar métodos tradicionales y en equipo para relacionarse.
El mito: Los niños son “nativos” digitales.
La realidad: No es cierto. Los niños entre 3 y 4 cuatro años empiezan a mostrar habilidades pero no son nativos digitales, la tecnología la aprenden según us recursos y habilidades al largo de los años.
Este mito tiene que desaparecer ya que parece que damos por aprendidas muchas cosas que después cuando los niños crecen no saben aplicar.
El mito: Si el juego es interactivo es educativo.
La realidad: Aunque muchos juguetes interactivos aseguran mejorar la capacidad de concentración o aprendizaje, muchas veces estas promesas son solo eso, promesas. El uso de las tabletas puede entrenar a los niños en el uso de una pantalla táctil o en la comprensión de la interacción con otros a través de la red, pero no garantiza un aprendizaje rápido o más sofisticado que los medios convencionales.
El mito: La tecnología entorpece las comunicaciones sociales.
La realidad: Todo depende de los recursos que tengan pero no es cierto al 100%. Muchos adultos creen que el exceso de tecnología aísla a los niños y no los ayuda a creer habilidades sociales. Tienen la televisión encendida todo el día pero la ignoran si hay otra cosa que les interesa más. Les gusta ver series o dibujos repetidamente, pero luego quieren jugar fisicamente con los muñecos de la serie, a los que visten y dan roles al estilo clásico. Interactúan y preguntan a los adultos sobre cosas que han visto en las tabletas o en los juegos. Lo que no parece conveniente es que pasen mucho tiempo solos, con tecnología o sin ella.
No dejes a tu hijo sin los recursos para poder aprender todo lo que pueda y más cuando son pequeños, es la época en la que más aprenden. No obstante, tienes que vigilar los excesos y que todo forme parte de la normalidad.