¿Te da pereza salir a hacer deporte?

Como todos somos personas y todos tenemos momentos de flaqueza, Herbora te facilita unos cuantos consejos para evitar que esto te suceda. Coger estos hábitos en el presente son muy importantes para nuestra salud en un futuro.

Hasta a los más experimentados deportistas del mundo les ha dado pereza ir a entrenar alguna vez.

Como todos somos personas y todos tenemos momentos de flaqueza, Herbora te facilita unos cuantos consejos para evitar que esto te suceda. Coger estos hábitos en el presente son muy importantes para nuestra salud en un futuro.

– Pregúntate porque corres.

Sentirte mejor, perder peso con salud, mantenerte en forma, superar un reto personal o sencillamente, porque te gusta. Nada motiva tanto como tener claro por qué haces deporte y comprobar cómo vas logrando tus objetivos, pero no pienses solo en los beneficios del deporte a medio plazo. Dedica unos instantes de cada entrenamiento a recrearte en las sensaciones agradables que experimentas cuando entrenas: tu respiración, el paisaje, la sensación de energía, el ritmo, etc.

– Haz tu entrenamiento más amigable y apetecible.

Por muy claro que tengas por qué haces deporte, de poco te va a servir si cada entrenamiento es “un calvario” para ti. Todo te resultará más ameno si puedes entrenar en un entorno natural, a una hora con buena temperatura y a ser posible bien acompañada por un deportista con un nivel parecido al tuyo. A veces merece la pena desplazarse y quedar con los amigos, aunque pierdas algo de tiempo.

– Marcate compromisos para que te sea más dificil dejarlo.

Si ya has quedado con alguien, tienes que estar realmente desmotivado/a para anular el entrenamiento. Aunque el compromiso más importante es contigo mismo/a: ponte días y horas de entrenamiento obligatorio, no lo dejes para “cuando puedas” o no podrás nunca.

– Sé realista

Si pretendes perder 20 kilos en un mes o clasificarte para el campeonato del Mundo, seguramente vas a sufrir una decepción. Y pocas cosas desmotivan más. Plantéate objetivos realistas, adaptados a tu nivel, y sigue un plan progresivo. Es mejor quedarse corto que entrenar demasiado o demasiado fuerte y acabar con agotamiento o peor, lesionarse. La capacidad de sufrimiento también se entrena. No te des un día una gran paliza porque mañana te costará encontrar las fuerzas para salir a hacer deporte.

– Prevención y paciencia contra las lesiones.

Un plan progresivo y adecuado a tus posibilidades puede ayudarte mucho a prevenir las posibles lesiones. No empieces la parte intensa de tu entrenamiento sin haber calentado bien ni acabes de entrenar sin haber hecho estiramientos. Nada desmotiva más que entrenar con dolores y molestias.

– Alterna deportes o entrenamientos diferentes

Por muy bien que te haya ido, ningún entrenamiento sirve para siempre. Si haces siempre lo mismo, terminarás por aburrirte y además no mejorarás. Debes variar conforme al momento de la temporada. Y a veces está bien descansar y dedicarte a otros deportes, para luego volver con más ganas. Normalmente somos reacios a dejar el deporte que se nos da bien y practicar otros, pero te sorprenderán los resultados.

– Organiza tus entrenamientos

Por muy bien que te sientas, controla tiempos e intensidades para no pasarte y pagar las consecuencias mañana. Bebe antes, durante y después de entrenar. Te ayudará a entrenar mejor y con menos esfuerzo.

– No te compares con el vecino

Todas las comparaciones son odiosas, especialmente las deportivas. No lo hagas, porque desmoraliza mucho pensar que tu compañera/o de trabajo puede perder más peso que tu haciendo lo mismo. Ya sabemos que cada cuerpo es un mundo. No hay que comparar nunca.

– Marcate metas

Aunque tu objetivo no sea la competición, siempre anima ponerse una meta.