Ahora que ya empieza el calor y buen tiempo apetece ir a la playa a tomar el sol y presumir del tono bronceado.
Sin embargo, es importante proteger nuestra piel de los rayos solares con protector solar ya que puede causarle daños irreparables como manchas, arrugas o incluso melanomas o cáncer de piel.
¿Qué tipo de rayos solares afectan a nuestra piel?
Los protectores solares se pueden utilizar a partir de los 6 meses de edad y se deberían aplicar a diario. De esta manera, ayudan a prevenir que los rayos ultravioletas lleguen a nuestra piel. De hecho, existen dos tipos de radiación ultravioleta que debemos conocer:
- Rayos UVA: son los rayos ultravioleta que menos energía tienen. Representan un 95% de la radiación ultravioleta y penetran hasta la dermis (una capa más profunda de la piel) y son el motivo de la aparición de arrugas, pérdida de la elasticidad, manchas y posible causa de cáncer de piel. Además resecan la piel, porque se pierde la producción de melanina y la grasa natural. Aunque a simple vista son más inofensivos porque no provocan dolor ni quemaduras, estos rayos son los responsables del fotoenvejecimiento cutáneo y del desarrollo de cáncer de piel.
- Rayos UVB: representan alrededor del 5% de la radiación que llega a la Tierra. Tiene más energía que los rayos UVA pero se queda en la epidermis, es decir, en la capa más superficial. Son los responsables de las quemaduras del sol, descamación, reacciones alérgicas o cáncer de piel o melanomas.
¿Cómo aplicar correctamente el protector solar?
- Aplicarlo al menos 30 minutos antes de la exposición al sol.
- No olvides zonas como el cuello, contorno de ojos, las manos o las orejas.
- Aunque el protector solar que uses sea resistente al agua, aplícalo al salir de la piscina o del mar.
- Debes vigilar especialmente de las 10h hasta las 15h ya que la radiación es más intensa.
- Recuerda que no importa si es invierno o verano ya que el protector solar es necesario durante todo el año. ¡Así que inclúyelo en tu rutina diaria!
- Intenta usar un fotoprotector solar con un FPS de al menos 30. También puedes utilizar gorras o sombreros y gafas de sol para cubrirte.
- Decántate por un protector solar de filtro físico o mineral en vez de utilizar uno químico.
¿Qué diferencia hay entre un filtro físico o químico?
La diferencia, esencialmente, está en su composición y en cómo actúa sobre nuestra piel. El filtro físico o mineral compuesto por óxido de zinc, óxido de titanio, talco, mica y óxido de hierro se queda sobre la superficie de la dermis a modo de escudo ya que refleja y dispersa los rayos UV evitando que dañen la piel, mientras que el filtro químico actúa desde el interior, una vez la piel lo ha absorbido.
Para pieles sensibles o problemas de manchas se recomienda especialmente el de filtro físico porque irritan en menor medida la piel porque forman una capa protectora. Además, los filtros físicos ofrecen protección de amplio espectro contra los rayos UVA y UVB del sol. Los filtros químicos, por otro lado, pueden no proteger contra ambos tipos de rayos UV.
La gama Mimesis Sensations de Herbora ofrece fotoprotectores solares tanto faciales como corporales y aftersun con protección mineral y formulados con ingredientes de certificación BIO y vegana apta para niños y adultos.
Además se puede combinar la crema solar con el Nutriprotector solar que cuida la piel desde dentro evitando las consecuencias negativas de los rayos solares y al mismo tiempo reduce el envejecimiento cutáneo y la sensibilidad de la piel a los rayos ultravioleta. Además consigue un bronceado homogéneo, intenso y más duradero.