Probióticos, ¿cómo influyen en tus defensas?

Cada día escuchamos la importancia de tener una inmunidad fuerte para combatir virus y es que tener un sistema inmune activo y sano ¡es un auténtico tesoro!

Nuestro organismo tiene diferentes mecanismos de defensa. Uno de ellos son las barreras físicas, como la piel, que impiden que los virus entren a nuestro interior, y también las sustancias químicas que recubren estas barreras, como pueden ser, por ejemplo, el sebo cutáneo.

Por otro lado encontramos la microbiota, el conjunto de microorganismos que conviven con nosotros y que actúan para evitar la entrada de los agentes infecciosos.

A pesar de contar con estas protecciones naturales, algunos virus pueden conseguir traspasar las barreras y es en estos casos cuando nuestro organismo activa de forma automática sus defensas.

Ahora que estamos más expuestos al ataque de virus, gripes y resfriados, es necesario dar un refuerzo extra a nuestro organismo y aumentar las defensas. Una buena forma de hacerlo es recurriendo a los probióticos.

¿Qué son los probióticos?

Los probióticos son microorganismos vivos externos necesarios para mantener una buena salud. Suelen ser administrados en el caso de tener una flora alterada, del mismo modo que se utilizan bacterias de la familia de los lactobacilos y las bifidobacterias. También se encargan de modificar el equilibrio de la flora microbiana en el intestino a través de los ácidos grasos de cadena corta que producen y, a su vez, facilita las digestiones.

También juegan un papel importante para protegernos de enfermedades. El 80% de nuestro sistema inmunitario está en el intestino, de ahí el poder de la flora intestinal para ayudar a fortalecerlo y luchar frente a las infecciones.


Los probióticos modulan la respuesta inmune e inflamatoria en el intestino y lo hacen porque pueden interactuar de una forma muy estrecha con nuestra mucosa intestinal y con las células inmunitarias que hay en ella. Pero esta acción inmunomoduladora de los probióticos no se queda en el aparato digestivo. También influyen en las defensas que tenemos en otras mucosas, por ejemplo, las del aparato respiratorio o el genital, o sobre las células y anticuerpos que tenemos en nuestra sangre.

Sus principales beneficios

Además de favorecer la bajada de las poblaciones intestinales de microorganismos potencialmente patógenos y de fortalecer el sistema inmunitario, los probióticos cuentan con más beneficios, entre ellos:

  • Disminuyen los síntomas de determinadas alergias.
  • Ayudan en la digestión y el tránsito intestinal.
  • Reducen los síntomas de enfermedades del aparato digestivo, tipo colitis, colon irritable o enfermedad de Crohn.
  • Pueden prevenir la diarrea.
  • Crean vitaminas esenciales para el ser humano (las del grupo B, vitamina K,…).

¿Dónde encontramos probióticos?

La alimentación influye altamente en cualquier función de nuestro organismo, y en este caso no iba a ser menos. Según la Sociedad Internacional de Inmunonutrición (ISIN), seguir una dieta equilibrada y variada, con especial énfasis en frutas y verduras, conseguirá aumentar la ingesta de antioxidantes y los nutrientes asociados y, en consecuencia, activar nuestras defensas.

Algunos de los alimentos que te ayudarán a aumentar el contenido de probióticos y prebióticos en tu dieta son:

  • Los yogures: son los alimentos probióticos por excelencia y los más consumidos. No obstante, es importante que sean naturales y no estén pasteurizados para que las bacterias y microorganismos sobrevivan.
  • Cereales y alimentos integrales en general: no solo te aportarán fibra, sino que además contienen prebióticos.
  • El kéfir: conocido por su gran poder probiótico, el más extendido es el de leche. Muy similar al yogur, tiene una elaboración más sencilla y una mayor variedad de microorganismos.
  • Té de kombucha: este té fermentado de té verde o negro tiene una gran variedad de microorganismos.
  • Miso: especie de pasta fermentada de soja, sal y koji, un arroz con un hongo que fermenta.

Además de incluirlos a través de alimentos, los complementos naturales son una buena opción para obtenerlos. Probiotics14 de Herbora, un complemento natural a base de bacterias lácticas viables (probióticos) y que además también incluye prebióticos.

La combinación de probióticos y prebióticos

Para empezar, debemos tener clara la principal diferencia entre los probióticos y los prebióticos. Como comentábamos, los probióticos son microorganismos vivos. Los prebióticos, por el contrario, no son microorganismos, son fibras solubles que nutren y estimulan el crecimiento de los probióticos presentes en nuestro sistema digestivo, es decir, sirven de alimentos de los probióticos. Así pues, los prebióticos se convierten también en indispensables para llevar a cabo un correcto equilibrio de la flora intestinal.

El uso combinado de probióticos y prebióticos es una buena solución para mejorar el funcionamiento intestinal y por consiguiente la salud. Diferentes estudios han demostrado que los prebióticos, como por ejemplo los FOS (fructoligosacáridos), asociados a los probióticos, hacen crecer el número de bifidobacterias y lactobacilos en el intestino y frenan algunas bacterias altamente patógenas.