Alopecia femenina, cómo tratarla

La alopecia no es solo cosa de hombres, las mujeres también pueden sufrirla. De hecho, se estima que a lo largo de su vida, 3 de cada 20 mujeres padecerán algún tipo de calvicie.

La alopecia de las mujeres se caracteriza  principalmente por una pérdida de densidad capilar en las zonas más visibles del cuero cabelludo, como son la parte superior y delantera, que se debe tanto a la caída de cabello como a un adelgazamiento del mismo. Aunque es muy poco frecuente que progrese hasta la calvicie total, como sí sucede en el hombre, generalmente se inicia en el ensanchamiento de la parte frontal y el aclaramiento de la línea central superior para luego extenderse hacia los lados y la coronilla, pero siempre manteniendo una mínima densidad capilar.

Tipos de alopecia

Cada tipo de alopecia se manifiesta de forma diferente, por ello siempre será un profesional quien determine en detalle de qué problema se trata para ofrecer un correcto diagnóstico y un tratamiento. No obstante, se pueden distinguir tres tipos de alopecia en mujeres:

  • Alopecia androgénica: es la más común y sus síntomas son el adelgazamiento del cabello, una pérdida de volumen y zonas claras en la parte superior de la cabeza. La parte frontal, la del flequillo, suele mantenerse intacta, mientras que en el resto del cuero cabelludo se observan franjas delgadas de cabello que no cubren toda la cabeza. Suele atender a problemas hormonales.

  • Alopecia areata: afecta al cuero cabelludo en zonas localizadas o parches. El avance de la enfermedad puede producirse en un intervalo muy corto de tiempo o bien después de varios meses. La caída del cabello en este tipo de alopecia femenina es muy lenta. Se produce una inflamación de los folículos que impide el suministro de nutrientes. De este modo, el pelo se expulsa y no se renueva.

  • Alopecia difusa: consiste en un aumento muy rápido de la caída del cabello en todo el cuero cabelludo durante su ciclo de crecimiento y una disminución de la densidad capilar, sin mostrar signo de irritación, descamación o inflamación.



Factores que pueden provocarla


Para detectar la alopecia femenina es necesario que un profesional lleve a cabo una exploración física para valorar el origen real de la pérdida capilar y descartar cualquier otra patología o situación concreta que pueda provocar este exceso de caída del cabello así como para realizar un seguimiento de la evolución del tratamiento.

Factores como el estrés, la excesiva higiene, una mala alimentación, la predisposición genética o las secuelas de alguna enfermedad suelen ser los responsables de la pérdida capilar. También la edad puede afectar, especialmente en la época en la que se producen los cambios hormonales y entre los 45 y 50 años, una edad próxima a la menopausia en las que intervienen los estrógenos, la prolactina y otras hormonas.


Soluciones naturales para ponerle freno


Frenar la alopecia femenina es posible si se realiza un diagnóstico preciso temprano. Para ello hay que ponerse en manos de especialistas que realicen su trabajo de forma exhaustiva y completamente personalizada. Sin embargo hay una apuesta segura para mantener un buen estado capilar: los ingredientes naturales. Algunas soluciones capilares que pueden contribuir a frenar su caída y devolver la densidad capilar son:

  • Suplementos naturales: la nutricosmética formulada con proteínas, vitaminas y minerales que contribuyan a mantener las funciones del cabello y del cuero cabelludo pueden jugar un gran papel en el proceso de revitalización capilar. Es el caso de Enercap cápsulas, un suplemento formulado por una serie de ingredientes naturales, vitaminas y minerales con acción específica para el cuidado del cabello. Contiene cistina, un aminoácido que forma parte de la queratina (proteína) del cabello; extracto de mijo, con betacarotenos, vitaminas C y E y minerales como el selenio y el zinc; MSM, que aporta azufre orgánico, un mineral imprescindible para el cabello; levadura de cerveza, con nutrientes como vitaminas del grupo B y minerales como fósforo, selenio, potasio, magnesio y calcio, y biotina, la cual contribuye al mantenimiento del cabello en condiciones normales.

  • Energéticos capilares: son ideales para mantener la nutrición e hidratación que necesita el cabello. Enercap BIO es uno de ellos. Está elaborado a base de aloe vera, jengibre, ginseng y cúrcuma y activa la microcirculación en el cuero cabelludo aumentando la penetración de activos naturales. Además, ayuda a devolver la vitalidad y el brillo perdidos al cabello a la vez que evita su caída.



  • Champús específicos: los tratamientos de choque frente a problemas como la caída de cabello o la recuperación de la vitalidad capilar pasan por el uso diario de champús específicos. En el mercado podemos encontrar una gran variedad de champús anticaída destinados a diferentes funciones. En el caso de Enercap Champú BIO, con formulación vegana, actúa nutriendo, protegiendo e hidratando tanto el cabello como el cuero cabelludo. Está especialmente indicado para el cuidado de cabellos finos, frágiles y delicados con tendencia a la caída.


¿Cómo afecta la alimentación?


La alimentación proporciona a nuestro organismo los nutrientes necesarios para funcionar correctamente. De estos nutrientes se alimenta nuestro cabello haciéndolo más fuerte y sano, es por ello que la alimentación se convierte en la fuente principal para un cabello saludable.

Alimentos ricos en biotina, zinc, hierro, minerales, ácido fólico o ácido pantoténico se vuelven imprescindibles en una dieta para presumir de cabello sano. Algunos alimentos que contienen estos nutrientes tan importantes son:

  • Avena y cereales integrales: cuentan con una alta concentración de nutrientes esenciales como son los ácidos grasos omega-6, ácidos grasos poliinsaturados y también zinc y hierro.
  • Almendras: ofrecen magnesio a nuestro organismo, el cual activa las reacciones enzimáticas que evitan la pérdida de cabello y a su vez lo hacen más saludable.
  • Espinacas: una gran fuente de hierro, del mismo modo que otras hojas verdes. Además, estas también contienen folato, betacarotenos y vitamina B, las cuales hacen que los folículos pilosos se mantengan sanos.  
  • Acelgas y coles: son ricos en hierro y aportan grandes beneficios al cabello, además cuentan con vitamina A, C, B y K, calcio y potasio que darán lugar a un pelo bonito y sano.  
  • Calabazas y zanahorias: ricos en vitamina A, ayudan a mantener en correcto estado las grasas del cuero cabelludo y a su vez permiten que el cabello crezca sano, brillante y fuerte.
  • Legumbres y semillas: ofrecen proteínas, hierro, zinc, vitamina B y además biotina, todas ellas muy necesarias para fortalecer el cabello.
  • Levadura de cerveza: aporta biotina, la vitamina perteneciente al grupo B imprescindible para un cabello sano.
  • Mariscos: aportan cobre, selenio y zinc, todos ellos forman un gran papel en la síntesis de la melanina que tenemos en el pelo.